estoy parado, escribiendo algo de mi vida rentada... tengo a mis parientes muertos, a pesar de que respiran, pero, mueren todos los días, como suelen vivir los mosquitos y seres invisibles... mi tema recurrente es la muerte, algo con lo que convivo día a día, noche a noche, tarde a tarde, sueño a sueño... imagino que no todos lo sentimos... tan solo mi perro que me mira y espera todas las mañanas y las noches, y esta conciencia que no deja de susurrarme el final de todos los largos y pequeños caminos... si hubiera un precio para que las noches tuvieran prioridad sobre la luz de un día, sería algo fuera de lo cotidiano... me gustaría que las tardes tengan la magia de un enamorado, que todo lo haga bello... algo así espero... mis manos y mis piernas se vuelven mas viejas. el tiempo no perdona, muerde mis ahoras, mis momentos tristes y felices... ya en la sima de un día de luz, empiezo a sospechar que es la noche la madre gestante de cada día... si fuera así, es seguro que las aves dormirían siempre y los hombres escribirían poesías... dios, dios, ¿en dónde estás?... ¿en todas partes?, ¿dentro de mí?, ¿en los ojos de un dios sin color?... espero que estas palabras estén llenas de poesías, de algo que mueva corazones, pues, es allí donde viven los poetas... cubiertos por fríos indecibles, alejados de tiempos malos y buenos, de sueños jamás contados, de largas colas de seres imaginarios… algo así de mágico es mi vida, donde las prioridades suelen viajara y trocar sus lugares de acuerdo a cada emoción de vida…