Tu ausencia, acompaña a mis frías manos
En noches como esta, mi esencia, se desvanece,
Mi alma embriagada por la brisa, que va y viene
Golpeando mis parpados, me murmura tu nombre cargado
De olvido, ese pasado, que te tuve entre mis brazos, y mis labios.
Febriles te llamo, musa entre mis escritos, te dibujo en el lienzo de mi corazón
Cuando la luna, al amanecer, moría aferrada a esa esperanza, que volvieras…
Mi alma, muere, y destila su veneno, soy esclavo de lo que pudo ser,
Esa palabra, tan grande, y es amor, solo un reflejo descuidado de mi ser
Solo soy parte de un pasado que busca, entre, los relámpagos celestiales.
Tu sonrisa, y algún satélite, mensajero, efímero, te lleve mil versos, y sientas el viento
En tu caras, se sumerja, en el océano de tus cabellos, y nuestras sombras, por la
Eternidad se aferran es esa luz, esa energía, vital, me mutila mis alas, mi sonrisa,
Solo, en media la lluvia, purifico mis letras, es la humilde ofrenda, a ti mujer
Esa mujer que cautivo al poeta, a convertirse en acuarelas, para ser parte de la tinta
Que golpea, el lienzo, en noches cuando, la soledad, es la solución al verbo, y el vino
Consuela al sueño, a morir en sus brazos de terciopelo…
Y quiero decirte hoy al igual que ayer, tu alma, ha muerto, descansa, en el jardín
De mis sueños, más hermosos…
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