Estaba, como todas las mañanas (y más...), dormida. 
Si, dormida, desaliñada, despeinada, bueno, a decir verdad, siempre estoy como despeinada, pero a esa hora, más todavía. 
Madrugada. Para mí. Entonces así: Desparramada en la cama... 
Y con esa cara!  Mejor, ni pensar!. Con años, preocupaciones, ambiciones, angustias, el sobrepeso que se muestra en el gesto, en la respiración , en los movimientos... Así, si, sin estar conciente de lo no linda (bueh...) que estaba, así, sentí tu beso... 
Y todavía me estremezco... 
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