Dime donde estas ahora… aquí a mi lado. Pero en fin, esta no es la pregunta sino el donde estarás mañana, dentro de algunas tardes, espero que sea a mi lado. Te amo. Ahora no importa tanto el quién soy, el cómo, el porqué. Estas aquí dándome respuestas miles de lo que quizá jamás me preguntaría, inocente demonio que me muestra el paraíso. Quisiera saber que tanto miras en mi, si yo ante el espejo, nada. Increíblemente eres un sanador, mi alma esta libre y mi cuerpo te ama. No sé que sea todo esto, juro que te amo, pero esto es más allá de ello. Si tú pudieras explicarlo deberías decírmelo algún día, insinuarlo, regalarme esa sorpresa. Me pregunto si nos alcanzara la vida y donde nos encontraremos después de esta, si podre abrazarte y sentirte tibio, si tendremos aun estos mismos nombres, si nuestras voces se escucharan, si aun seremos de piel y si ahí, en donde quiera que estemos podremos reconocernos o si alguno de nosotros olvidase… quizá aun estemos cuerdos. Tengo fe en que alguno recuerde, entonces así no importara donde estemos, seguiremos existiendo. Te amo, y es sorprendente y precisamente tonto que esto lo resuma todo, pareciera que las demás palabras fueran insignificantes, ilógicas tonterías de la sintaxis. Algo me has hecho, decirme algún día que es todo esto que ha cambiado y como lo has logrado. Eres mi héroe, la persona capaz, el ser más valiente que ha estado a mi lado, el que ha decidido caminar junto de mi, el que siempre tiene una palabra coherente para mi estado crítico de ánimo, el que tiene la inmensa fe en mi, orgulloso de lo que soy. Mi valiente caballero que me ha mostrado la vida, sus tintes y menguantes. Pareciera que has llegado del lugar que jamás conocí, de aquel espejo has venido por mi; anda pues, llévame. Místico hechicero que me ha embrujado dándome tu recuerdo a donde quiera que vaya. A nosotros nos une más que una caricia, más que un legado de palabras, más que mil años de amor…existe dentro de cada uno un inmenso fuego encendido desde mucho antes de conocernos, de rosarnos con el viento; existe la posibilidad que ya nos amaramos desde otros tiempos y que entonces ya hubiésemos de estar en este lienzo pensando en algún día reencontrarnos frente al otro, estamos ligados desde el espíritu, tan unidos que somos libres en los 21 gramos. Eres lo esencial necesario; en otras palabras, no creo poder vivir sin ti. Que tienes…cuantas veces me haré esta pregunta sin encontrar alguna respuesta aceptable. No sé cuánto tiempo me quede aun aquí, pero me encantaría disfrutarlo a tu lado; ahí donde no existen estas tonterías superficiales, donde tu realismo me ancla en esto, porque no soñar un poco más, después de todo espero que duermas a mi lado. Quizá no es esto lo que yo deseaba, el lugar donde me encuentro me es ajeno, aquí no existo. Tenía planes, muchas cosas locas que eran ideas, pero las cosas pasan y aquí estoy sin nada de ello; pero algo si me pertenece en verdad, algo hermoso se quedo a mi lado, tu resistes más que yo, te quedaste aun cuando todo lo veía arruinado por el maldito tiempo, por ser quien soy; lamentablemente eso paso, pasa. Me encuentro perdida, oh, tú me has salvado de nuevo. Ya cuantas veces te debo la vida, sanas mi existencia. Los sueños existen, gracias por acercarme a uno en especial, que ahora ya se ha escapado, aun guardo un poco de la magia que sentí en esos momentos, lo que viví nadie me lo quitara, eso es mío, nuestro. Te amo.
Te invito a quedarte, quiero que seas tú. Tal vez no sea fácil, nada lo es. Quizá existan momentos duros. Quiero ser tu apoyo y que tú seas el mío. Convertirnos en algo que ninguno de los dos imagino siquiera. Tengo miedo de lo fututo, de muchas cosas que se esconden bajo mi cama, en mi almohada, en mi cabeza. No te rindas y yo nunca lo hare. Quédate, as que esto ocurra. Ya han pasado muchas cosas y me doy cuenta que no percibo otras mil, aunque me has enseñado ya desde el inicio… las cosas se han hecho más tangibles, lejanas, siniestras, pero hay algo que conspira para que esto no termine; benditas cosas invisibles. Aunque desde el principio decidí decirte lo mucho que te amo, entre otras cosas, de ello apenas y llevo nada. Minúsculas cosillas que se cuelan y hacen todo un laberinto que espero entiendas. Hasta las estrellas, he sentido que nuestro amor toca cada pequeño hongo estelar y que provee a ellas de luz, nace una cada vez que nos besamos y la mantenemos viva con cada caricia; ahora me siento responsable de no dejar morir a ninguna. Es posible que de allá vengamos, que estemos unidos desde lo más lejano de alguna galaxia, que seamos polvos adheridos a estos cuerpos, experimentos creacionales para manejar a placer los sentimientos, los placeres, los sentidos más comunes; de alguna forma esto es maravilloso. Quisiera decirte todo, aunque no se con exactitud que tanto sea todo…porque no esperar, no; ya lo he hecho. Aunque no tengo aun la perfecta noción de manejar la palabra para convertirla en voz, de alguna manera yo se que así la escuchas.
He pensado en mi último deseo, el finito pensamiento que se cruzara por mi mente el día final, en la sensación que se ha de quedar impregnada hasta el cruce de la muerte y es ahí donde tu existencia es todo…deje de pensar en esto como un sueño, pero me equivoque, en verdad es uno muy largo. Me he convertido en una cursi que dibuja corazones, tejo letras, curvas y puntos. Aun que cada palabra sea diferente cada una de ellas palpita tu nombre con mi voz, se sonrojan, te sonríen, coquetean con tus pupilas; pero en cada intento se enredan torpes y caen hechas nudos. Estas pequeñas estrellas escriben constelaciones para ti, inmortalizan sentimientos. Por ti maúllan mis letras mientras tus caricias anidan en mi tinta, la encienden y florece… cuanto ya debería haberte dicho, confía esta es la mejor manera de decirte cuanto te amo…si al menos mis neuronas sintonizaran al mismo ritmo de los latidos del corazón que conducen su eco hasta mi boca, sabría al fin y con gran exactitud todo esto; tanto embrollo para un te amo la frase voraz que se come a un millón de palabras, haciendo de estas cinco letras y un espacio la condena de un inmenso amor indescriptible.
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