Avivando la llama del amor
Después de 21 años de matrimonio, Pedro descubrió una nueva manera de mantener viva la llama del amor.
Recientemente decidió a salir con otra mujer. En realidad fue idea de su esposa.
- Tú sabes que le amas, dijo su esposa un día, llamándole la atención de sorpresa.
- La vida es demasiado corta y debes dedicar un tiempo especial para esta mujer, añadió.
La otra mujer que su esposa hacía referencia era a su madre, una señora viuda desde hace 19 años. Las exigencias de su trabajo y sus hijos hacían que la visitara ocasionalmente.
Esa misma noche la invitó a cenar y al cine.
- ¿Qué tienes? ¿Estás bien? - le preguntó su madre después de la llamada.
(Su madre es del tipo que piensa que una llamada por la noche o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias).
- Pensé que sería agradable pasar algún tiempo solo nosotros dos - le respondió.
Ella pensó por un momento y dijo sonriendo: - ¡Me agradaría mucho!
Después de unos días, Pedro conducía para recogerla después del trabajo. Estaba un poco ansioso... una ansiedad que precede a la primera cita...
Y lo interesante... Pudo ver que ella estaba muy emocionada. Le esperaba en la puerta. Había rizado el cabello y usaba el vestido con el cual había celebrado su último aniversario de boda.
Su rostro irradiaba luz, ¡como un ángel!
- Les dije a mis amigas que iba a salir contigo, y se quedaron conmovidas – se lo dijo mientras subía al coche.
Fueron a un restaurante no muy elegante, pero muy acogedor.
Su madre le tomó del brazo como si fuera la primera dama.
Cuando se sentaron, tuvo que leer el menú para ella.
Su mamá, que estaba sentada al otro lado de la mesa lo miró, y le dijo con una sonrisa nostálgica en sus labios: - Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño.
- Entonces este es el momento para relajarse y permitirme devolver el favor - le contestó Pedro.
Durante la cena tuvieron una agradable conversación. Nada extraordinario, simplemente pusieron los asuntos al día. Así que perdieron la función por esa conversación.
- Iré contigo de nuevo sólo si se me permites pagar la próxima vez – le dijo su mamá cuando llegaron a casa.
- Estoy de acuerdo – le contestó.
- ¿Cómo estuvo tu cita? - su esposa le preguntó con ansiedad.
- Muy agradable. ¡Mucho más de lo que podía imaginar! - Le contestó Pedro.
Días más tarde su madre murió de un infarto fulminante. Todo fue tan rápido que no pudo hacer nada.
Después de un tiempo, recibió del restaurante donde había cenado con su mamá, un sobre con una copia de un cheque y una nota que decía:
“La cena que tendríamos, la he pagado por adelantado. Estaba casi segura de que no podría estar allí contigo, así que la pagué y quiero que te vayas con tu esposa. Puedes no entender lo que aquella noche significó para mí. Sea siempre así. ¡Te amo!"
En ese momento, Pedro comprendió la importancia de decir "TE AMO" y de dar a las personas queridas el espacio que merecen.
Nada en la vida es más importante que las personas que amas. Tómate tu tiempo para ellos, porque a lo mejor no pueden esperar…
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