Me supo conquistar al estilo de un buen amante, sin promesas, solo declarando el deseo ardiente de poseerme. En varias circunstancias le argumentaba que no podia ser esta uniòn, mucho bla bla, pero en el fondo de mi corazòn o mejor dicho escuchando la voz del cuerpo, otra cosa decìa a grito; hasta que al final decidí estar con èl. Enviè un mensaje de texto donde le decìa - el jueves puedo, necesito un lugar limpio, cama, ducha, discreciòn y gastos compartidos - dos horas despues recibo la respuesta - ok, el jueves entonces - Desde ese momento mi ánimo cambiò, estaba contenta, ansiosa.
Durante los dìas previos estuvimos comunicándonos solo por mensajes de texto, poniéndonos de acuerdo en la hora que me pasarìa a buscar y que estuviera tranquila, que èl tenìa el cuerpo inflado.
Llegó el jueves, trabajé ese dia normalmente, a las 18:10 estaba en su auto esperàndome. Nos saludamos como amigos y hablamos de mis actividades laborales y al llegar al lugar, un motel muy confortable, nos dimos el primer beso.
Un beso largo, profundo, lleno de esperanzas de pasar un momento especial, de invocar momentos anteriores donde ese hombre hacía 11 años atrás, habìa sido mi amigo con ventaja, lo recordaba muy bien, sabìa que me llegaba el momento de volar en placer, de entregarme sin límite, de olvidar lo que en el exterior existìa. Desconectè los celulares, comencè a sentir sus manos en mi cuerpo, me fue sacando la ropa, me acostò y fuí sintiendo poco a poco todo su ser en mí
No eran gemidos los mìos, eran gritos, su entrada en mi intimidad fue cruda, pero caliente y fuerte, practicamos todas las posiciones existentes y por descubrir, desde arriba, en el espejo, veia como se movìa, me cubrìa con su cuerpo moreno, sudoroso.
En el acto solo se escuchaba la palabra - rica - rico - no era exactamente una relaciòn que prometiera amor, pero si deseos de libertad, de romper las barreras de lo prohibido, de despertarme de la rutina y de mi pasividad sexual.
Estuvimos dos horas en ese lugar, vì la luz muchas veces y ahora ya en casa, estoy complacida y feliz. Incluso como dato quiero màs a mi esposo, lo veo como un ser nuevo y principalmente siento que fuì por primera vez coherente y unitiva. |