en japón venden bragas usadas en máquinas expendedoras
si, como si fuera tabaco. con voz metálica sus bragas marranas, graciaas. y de venderlas en tiendas con dependientes, me podría dar unas de vírgen sí sí, con sudor de la clase de gimnasia. alguna más? si unas con derrape no tiene? una marquita de caquita con forma de corazón?
y otra cosa, de verdad se las habrá puesto una tía? un tío? un mono? el presidente? una secretaria ninfómana a la que se las hayan agujereado? será trabajo de presos marcar bragas con la gotita amarilla? de abuelitas con incontinencia urinaria? utilizarán para el adobo una combinación de productos químicos que huelan a chotongo? quizá amoníaco? el olor proverá quizá de una combinación natural hecha de almíbar de coco, de bacalao seco y de coco chanel? se las ponen los curas? se las pone un equipo de rugby?
y cómo pasan el control de calidad? hay acaso una plantilla de trabajadores oliendo bragas usadas 8 horas al día.., qué digo 8, tratandose de japón quizá sean 280... horas al día olisqueando bragas usadas y dando su conformidad o no... umm a ver que las huela otra vez... snif snif, lo que me temía, a estas bragas le faltan un poco de pis, huelen demasiado poco a flujo y necesitan además un aire a... un aire a... un aire. un par de pedos vamos o una avellanita de mierda que le aporte algo de sustancia. por cierto, quién coño se puso...? mejor dicho... qué coño se puso estas bragas? una muñeca barbie? joder quiero más pringue, mayor realismo, que no somos íntima cherry, ni playtex, ni wanderbra ni bragas manolín que te abrigan to'el florín, nosotros somos los genuinos ensucia-bragas, con más sustancia que el avecrem. así que venga diles a las probadoras que no les pago para que se prueben modelitos, que hay que hacer un esfuerzo, un gran esfuerzo todo esfuerzo es poco a la hora de cagar nuestras bragas, que si no cagamos lo suficiente y la empresa pierde y yo pierdo y no puedo mantener mis mansiones, mis amigas y mis coches entonces si que se van a cagar en las bragas.
y las trabajadoras le hicieron tragarse dos docenas de bragas aderezadas con una grumosa salsa sospechosamente marrón. vaya, resultaron comestibles al fin.