Y mis días ya no iban a ser más los mismos, la espiritualidad me daba señales de vida, me avisaba que no todo lo que se veía era lo que existía.
Tenía un fuerte rechazo por ir a visitar al Cristo, pero decidí ir, porque talvez mi mamá sabía de qué se trataba, había lindos paisajes esos que sólo en Río se encuentran, y la verdad es que yo con un cansancio extremo entro en una capilla que hay dentro de Cristo y recibo la sensación más linda que alguien puede experimentar, una paz inmensa una terrible sensación de tranquilidad, de amor, de que todo lo tenía, cuando salgo de ese estado, pienso qué lindo debe ser morir si por los siglos de los siglos sentirás eso.
Un día cualquiera me voy a dormir y tengo el sueño más maravilloso que pude tener, los protagonistas eran mis amigos que ya no estaban y que no había dejado ir. Se trataba de que me los encontraba y cuando me despedía les decía los amo, y ahí los veía partir.
Otro día mi prima me pasa un cassette con la vos de mi abuelo que ya no está, y me comuniqué con él lo sentí, fue tan lindo.

Y por último una amiga me llama que el iba del Padre Ignacio, y sin pensarlo decidí ir, tras una larga espera lo vi me pregunto a qué iba y le dije tranquilidad. Me dijo te asustaste? mucho le contesté, sólo recuerdo que me dío un gran abrazo de esos que te protegen me dijo “es tu personalidad” ya pasó, estas limpia, estas sana, mis ojos se pusieron tan vidriosos y mi estado fue tan lindo que nada puede compararse, me dio una medallita que guardaré como el más preciado regalo y me dieron unas instrucciones que nada oí mas que rece poniéndome la mano en el pecho, y creo que el ayudante se dio cuenta de que ya no quería oír más y me dejó ir. Haber ido del padre Ignacio fue la experiencia más gratificante en esta vida, fue una de las cosas que mas me gustaron en todo este tiempo, capaz sea una cuestión de fé, pero yo creo en él y si supiera lo bien que me hizo, seguro estaría satifecho.
Ya nada será igual. Ahora lo tengo todo. Ahora puedo enfrentar lo que venga, porque el susto ya pasó.