sentado frente a la vida, conversamos... tenía una pregunta, ya conocida por toda civilización... me miró a los ojos y con una mano se puso a escribir sobre un ruma de blancos papeles... así estuvo por mucho tiempo. pasaron días y noche, meses y años, hasta que una tarde llena de sol y ansiedad, volvió a mirar mis ojos y sin palabra alguna, se fue de mi lado, libre como un pájaro en el cielo, dejándome solo, con una sola hoja que sobresaltaba de la ruma de papeles y papeles... mientras veía a la hermosa vida alejarse de mi lado, un temblor invadió mi momento. vi la hoja, parecía contener hermosos secretos. me acerqué a ella con cierta timidez. la cogí con cierta angustia, y cuando la iba a leer, pude notar que no había palabra alguna, nada de nada, en blanco total... no entendí, pero al poco instante lo entendí todo... cogí la hoja y supe que debía escribir, llenarla de todas mis vivencias, de todos mis momentos... fue extraño y hermoso pues, sentí que todas las respuestas venían a mi vida, quedándose en el blanco papel de mi alma, como el brillo de un sol hermoso en plena oscuridad... |