Caminos cruzados, de avenidas lineales y destinos contrapuestos. La mirada que seduce la ciudad y tus ojos en punta. Lunas dejan caer soles, mientras mis labios ocultos buscan tus manos. Brilla, iluminada, por el desden y la pasión, no es la electricidad, es el alimento de la creación. Las calles se llenan de graffities, tu piel de poesía. Hay mensajes que se dejan, perduran y olvidan. Entonces, solo entonces, alcanzar tu espalda.
Podríamos hacer un mapa, indicar entradas y salidas. El deseo se aprieta con el alma, luego suspiros rasgados buscaran pupilas. El fuego sacude y sitia. Lengua recorriéndote, dedos nerviosos hablan. Recuerdo que alguna vez, soñé que te encontraba.
El pecho seduce al corazón. Nos dejamos caer, como una hoja. Aprieto tus hombros contra mí, esa sonrisa anuncia que no existe un fin. Quema la pasión, nos envolvemos en gotas de sudor. Nadie atino a descubrir la causa, determinamos ser hallados y contemplar la danza.
Dicen que nos vieron bailar sobre el agua.
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