VIDA DE HOGAR
- Bueno, la cena estuvo exquisita Beatriz. Esas papitas redondas te quedaron delicadísimas. Y el pescado con salsa de camarones que tan solo tú puedes cocinar así…celestial.
- Mirá que me lo voy a creer ¿eh?, no exageres...hago lo que puedo. Pero ahora me interesa que descanses, te ves muy cansado, como abatido. Sabes bien que acerca de tu trabajo y tu vida personal trato de ser lo menos cargosa posible…pero es evidente que necesitas reposo amor mío, mucho reposo.
- Por eso te amo como jamás amé a otra mujer Beatriz, porque eres comprensiva, compañera, nada te doblega. ¿Puedo llevarme a Isabel a la cama para jugar un rato con ella?
- ¡Ay, si, si mamita…déjame jugar con papi en la cama un ratito antes de la siesta¡
- Pero comprende que papá está muy cansado…debe despejarse con algunas horas de sueño y tú se lo impedirías. Me niego rotundamente…
- Pero Beatriz…si para mi es un descanso jugar con Isabel. Además la veo tan poco. Te lo ruego, déjame llavarla a la cama. Me ayudará mucho a liberar la mente. Sé comprensiva amor…
- Bueno está bien pero por un rato muy corto ¿de acuerdo?...
- ¡Bien mamiii¡ Vamos papi súbeme a los hombros y llévame trotando hasta el cuarto.
- Muy bien señorita princesa. Espere que me agache y suba nomás que para eso está su caballo blanco siempre a sus órdenes.
El padre se arrodilla en el piso. La niña pasa sus piernitas por sobre los hombros tomándose de los cabellos del padre.
- ¡¡Arre caballito, arre¡¡ Transitan al galope el corredor que lleva al dormitorio principal y el caballo cierra la puerta con una coz.
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- Luego de realizar decenas de saltos sobre el colchón e incontables aterrizajes en el abdomen del padre, la niña queda rendida a su lado con deseos de cerrar los ojos y dormir. Él extrae una pequeña bolsita de caramelos y la deposita en una de las manitas.
Se cruzan las miradas llenas de amor. Los ojitos de miel lo observan dulcemente. Leves parpadeos revelan el sueño inminente.
- Muy bien señorita princesa: Pregunto antes que se duerma ¿Cómo andan las cosas por la escuela? Hace tiempo que no conversamos de esos temas aunque más no fuese por un minutito…
- Bárbaro papi, ( bosteza). En cuarto hay cosas que no entiendo pero la mayoría sí y las hago bien. Creo que mañana me dan el carné y en general no creo que tenga más de dos “bajas” El problema que me tiene un poco amargada es que no tengo muchos amigos. Casi siempre ando sola salvo cuando Silvina se acerca a preguntarme algo. No sé por qué me pasa eso. Me gustaría tener más amigas o amigos. Pero pocos quieren jugar conmigo. Eso es lo único que me apena…a veces.
- Pero ¿cómo es eso que no quieren jugar contigo? ¿Cómo el año pasado?
- Y sí…no quieren. Y hasta creo que cuchichean entre los compañeros a propósito de mí y yo no entiendo, porque no le falto el respeto a nadie y no creo parecerme a una marciana. ¿Parezco una marciana papi?... vos no me vas a mentir.
- Pero que disparate está diciendo mi muñeca. Eres una niña hermosísima…como tu madre.
- ¿Y entonces? ¿Por que no quieren jugar conmigo?
- Bueno…eso ya te pasó el año pasado y yo lo arreglé como tú sabes. Tendré que hablar nuevamente con el nuevo Director.
- No papi…mejor no lo hagas. Silvina me dijo que la gente dice que a la anterior directora la echaron por tu culpa…y perdóname que te lo diga pero no quiero que vuelva a pasar lo mismo.
La niña se arrebuja en su padre. Crispa las puños y mira el techo con odio reconcentrado. Al poco rato se desliga cuidadosamente de la niña, se sienta en la cama y se toma la cara con las dos manos. La niña le ata las trenzas a una muñeca.
El celular vibra en el bolsillo. Contesta desde un rincón de la pieza con voz queda.
- Siii
- Mi Mayor perdone que lo moleste en su casa pero…”la loba” se nos quedó. No aguantó el tratamiento de anoche, no pudimos parar la hemorragia interna y los daños que le produjo el perro fueron enormes…
- ¡¡Callata la boca pedazo de un idiota¡¡ Yo les dije que llamaran al doctor sargento Freccero para que hiciera algo…¿Qué mierda hizo ese inútil?
- Lo que pasa que el perro ése, cuando se la estaba montando, le clavó los colmillos en la espalda y le destrozó el culo. Además llevaba más de diez horas de picana y submarino. No pudo aguantar. Pasó la noche en coma mencionándolo a usted mi Mayor.
- Bueno dejá que voy a ver como la arreglo. Ustedes calladitos la boca,¡¡me entendiste¡¡
- Si mi Mayor…desaparecida y chau. Como siempre.
La esposa abre sigilosamente la puerta en momentos en que él guarda el celular y llora recostado a la pared.
- Que pasa vidita…vamos mi amorcito. Venga aquí con su mujercita y dígale que le pasa: Así no puede seguir.
- No puedo decirte nada, nada. Son cosas de la vida.
- Abajo te espera el jeep y la guardia está apostada. No puedes seguir este tren. Ojalá vuelvas pronto y descanses por un par de días..
- Yo también lo deseo.
- ¡¡Papito¡¡.- grita la niña desde la cama…” Me prestás el celular para jugar un rato” Mami papá me trajo estos caramelos… ¿Querés uno?...
LUIS ALBERTO GONTADE
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