Te veo caminando con precisión
serpientes multicolores escapan bajo tus pies
el polvo se pierde en el garbo de tus caderas
y, como relámpagos
tus réplicas luminosas doblan las esquinas

Liviana, etérea, con piernas de límpida sensualidad
vas destruyendo en cada plaza las angustias

Te veo en medio de la muchedumbre
como quien ve un fantasma a plena luz del día
das a los hambrientos el maná de tu sudor
y como filantrópicos arroyos
tus mejillas de azucena riegan los adoquines

Cuerpo vegetal, pasas, hembra fértil
llena de primitivos desenfrenos
abriendo deseos de amaneceres sin fin

Edredón de plumas húmedas, sinuosa
atrapas miradas lascivas en la red de tu cintura
y quemas en las incandescencias de tus muslos
cientos de arrebatos viriles

Mujer, las soberbias texturas de que estás hecha
llamean en tu cuerpo como fiebre insaciable
y esperan juguetonas que una feliz noche
alguien afortunado las avive, y ceñido a tus curvas
muera consumido en la opulencia de tu morada.