Nuevamente se confunden amor y desamor, vida y muerte, compañía y soledad, como se confunden las razas en el epicentro del mundo. Y la miseria y el bienestar giran al unísono. Por eso hermano no temamos y abramos todas las ventanas para recibir al capítulo nocturno con expectativas casi religiosas. Cuando llegue la hora del sueño la postergaremos entonces para hablar de algo cotidiano mientras bebemos algo. Oscar Néstor.
Texto agregado el 08-07-2010, y leído por 193 visitantes. (1 voto)