Dicen que un clavo saca a otro clavo. Y comúnmente suele ser verdad, aunque hay casos en los que el remedio sale peor que la enfermedad. Pueden presentarse diferentes situaciones:
1. Que uno no quiera sacarse ese clavo, esto puede suceder por dos razones ,
• Que uno se acostumbro tanto a esa persona, que ya no quiere alejarse de ella.
• O bien uno se enamoró.
2. Que ese clavo no se deje sacar, o mas bien, no quiera salir, esto también se puede dar por dos razones:
• La otra persona de una u otra forma te corresponde,
• O simplemente quiere a alguien que este detrás, para sentirse importante
3. Que el clavo que se supone sacaría al original, logra hacerse un espacio, y ahora ya no hay un solo clavo, sino dos, caso en el cual, comienza el verdadero dilema porque:
• Ya uno no quiere sacarse ninguno de los dos clavos, porque con ambos se siente de maravilla
• El clavo que se hizo el espacio pretende que uno finalmente saque al original
• El clavo original, al ver que no es el único, va a hacer todo lo posible para sacar al que se hizo su espacio.
Finalmente, el corazón y la cabeza no logran ponerse de acuerdo, y por lo general la persona que aloja los clavos, se queda sin el pan y sin el queso, así que ¿Para que ponerse en semejante dilema si al final, uno se queda solo?
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