Ella cantaba una canción triste mientras él se acomodaba como un niño pequeño entre sus senos, dejándose impregnar de ese olor que nunca sería suyo, llenándose un poco de la extraña tristeza de ella que era como una masita tibia que la envolvía. Entonces era inevitable, el cuerpo todo le temblaba y, deseperado por no poder poseerla, la empezaba a lamer justo ahí, en el pecho como si buscara poner la lengua en el latido de su corazón. Diástole. Sístole. La lengua tibia y húmeda. Diástole. La voz de ella, incansablemente triste, cantando tristes canciones llenas de luna y soledad. Sístole. Él la desnuda voluptuasemente, con amor y frustración a la vez, casi con ternura. Diástole. La voz de ella se vuelve más profunda y su cuerpo tiembla, la canción se vuelve un poco salvaje, con tristeza de lobo en el desierto. Sístole diástole. Entonces diástole él también se desnuda sístole y sus cuerpos chocan diástole sístole y él cree que ella es totalmente suya por un momento sístole ella abre sus piernas delgadas diástole sístole y todo diástole se vuelve rápido sístole toda la infancia diástole les pasa sístole por la mente diástole y ya no tienen sitio a donde huír diástole sístole pero diástole ella no deja de cantar sístole de hecho diástole su canción se hace más fuerte sístole y en medio del desespero diástole a él el corazón le galopa y lo vuelve más humano diástole sístole diástole sístole quiere sacarle esa canción de la boca diástole y la besa con desenfreno sístole le muerde los labios diástole pero ella le pasa la canción en su saliva y a él se le instala en el cerebro diástole sístole no es un rock salvaje para saltar diástole ni un bolero que llora el amor sístole es como una canción de muertos diástole de alguien que camina solo por una ciudad desconocida con el corazón roto y gotas de lluvia sístole es la canción de alguien que ha perdido la memoria diástole. Sístole. Sístole. Y ya no tiene sangre que le corra por las venas. Sístole. Sístole. Sístole...

Diástole. Él siente que le está haciendo el amor a una muerta. Sístole y los ojos de él diástole se salen de sus orbitas diastole sístole las venas del cuello diástole sistole se le hinchan diástole sístole y los músculos se tensan diástole sístole y le clava las uñas en las nalgas diástole sístole y el golpe se hace inminente diástole sístole pero ella no deja de cantar diástole sístole el parece un animal y como si fuera un animal la toma diástole sístole la ama tanto que quiere hacerle daño diástole sístole quiere que ella llore y le pida perdon diastole sístole quiere que ella sufra y gima, que ruegue pero que viva por él díastole sístole el sudor diástole los gritos de él sístole el ritmo de los cueropos diástole él quiere dejarla agotada diástole sístole y aguanta todo lo que puede diástole sístole imprimiendo violencia y rapidez diástole sístole hasta que la piel marmórea de ella adquiere un extraño rubor diástole sístole y él piensa diastole sístole que ella vive diástole sístole y siente ganas de gritarlo diástole sístole ¡Vives! diástole ¡Vives! sístole ¡Si! diástolesístole diástolesístole diástolesístole, y en ese instante sólo escucha el latido de sus corazón y siente que toda su energía escapa por su sexo diástole. Sístole.
Diástole.
Sístole.
Diástole.
Sístole.
PUMpum.
PUMpum.
PUMpum.

La voz de ella sigue resonando. Sístole, y él, agotado, vuelve a comodar su cabeza en medio de los senos intentando llenarse del olor dulce de la mujer y encontrar el latido de su corazón. Diástole. La piel de ella sigue fría a pesar de sus mejillas rosadas y pareciera que la canción fuera un hueco negro que quisiera tragarse a los dos. Sístole.
Y en serio, quisiera quererlo y sufrir y llorar por él y pedirle que la perdone y dejar de cantar canciones tristes como de alguien que ha perdido la memoria. Diástole. Pero es imposible y seguirá buscando a la persona que le haga recordar cómo amar. Sístole