"Así yo canto para recordar que aún seguimos vivos, si no ves más allá de tu horizonte estaremos perdidos."
Daniel, tu desdoblamiento no ayuda mucho, debes lograr ver más allá de tu horizonte, es por el bien de Alexander (recuerda, ese bien de la causa; es el aporte que debes dar, al igual que el ave; ¡recuérdalo!).
Mientras más grande llegas a ser, más no se sabe bien dónde vas...
pasaste desde un avizoramiento del mundo descomunal, y lograste convertir aire en gas natural (a más de carente, lograste crearlo; tal como el vacío cargado...), el monstruo de papel se esfumó de tus imágenes.
Pasaste por los instrumentos que sufrían, y de cada error la cuerda aprendía, ahora se torna gruesa, y entona canciones de esperanza, esperanza que se deposita desde variados lugares.
Daniel, estás más grande ahora soñabas a crear un Universo, después de la caída de los muros, soñabas con partir de cero, en tu dualidad.
La dualidad del Castor había que quitarla, nadie nos dijo que es un error, pero la praxis te dice que lo importante es el todo, no las dualidades, quizá las dualidades te hacen perder el horizonte, estás en el comienzo del puente, esa dualidad te confunde los pasos.
En la busqueda de tu eros, conociste al tanatos; debes decidir entre uno u otro, si no lo haces tu, lo hare yo, y amén.
La Tautología nos envía al comienzo del madrileño, hay que ver más allá del horizonte del erial, eso intento.
La historia te absolverá le decía el tipo aquel, al castor, y la historia lo absolvió, con un legado del segundo genero.
Ahora, comienza el vuelo, del albatros enjaulado; no es una jaula de dualidades, es una jaula de certezas, una jaula que se abre, en el cuarto de su vida, para que vea que logra hacer, en realidad su camino es un erial.
Daniel, la historia será la misma, el final es el mismo, solo dos que no lograron caminar juntos, uno vuela y el otro nada.
Ahora el caminante volador se une a otros en vuelo, no es deslealtad, es parte del camino...
Nadie sabe como es el camino, solo se puede orientar el final del.
Se avizora el horizonte, todos van hacia allá, bajo una misma palabra, bajo una misma mirada, caminan todos juntos...
Ese era el sueño, hacia allá nos dirige el tren, bienvenidos al tren que va al horizonte... adiós Zitarrosa, me voy en tren, en el mismo camino con la vida, bebiendome el cafe que me invitó. |