ELLA




En el baño de ese bar decidió su próxima vida. Ya no trabajaría en ese sitio y le diría adiós a Fernando. Se miro en el espejo. No se reconocía. No reconocía en ese rostro a la mujer que había sido. Como si ella hubiese muerto y desconociera a la que había ocupado su lugar. Los ojos opacos, ese surco profundo atravesando la frente, las arrugas en las comisuras de los labios.

Busco en su cartera y saco un pequeño papelito plateado. Confirmo que la puerta estuviese trabada. Saco de su billetera una tarjeta de plástico y abrió el paquete con cuidado. Se quedo observando unos segundos ese polvo blanco, pareciéndole lejano. Finalmente tomo un pase, y luego otro. Guardo todo .Cuidadosamente, mientras planificaba sus próximos pasos. Nunca se sentía segura en la calle sino tenia en su mente meticulosamente pensado que hacer y por donde ir. No le gustaba andar sin camino. La hacia sentir perdida, vulnerable.

Cuando se dirigió hacia la puerta, todo empezó a cambiar. Ese baño amarillento le daba vueltas en su cabeza. Se sintió desvanecer .

Cuando despertó, la enfermera mas odiada de ese lugar le anuncio la presencia del medico, que había llegado solo para hablar con ella. Todavía con la imagen de su imagen en el espejo, escucho las palabras de su viejo doctor:
-Querida, hace cinco años que estas aquí entre estas paredes amarillentas y no has podido contarnos nada. Este cambio de hospicio es para tu bien, tal vez otros doctores puedan ayudarte. No temas. Mañana estarás en tu nuevo hogar.

Al día siguiente, cuando fueron a buscarla, no estaba en su habitación , ni en ningún otro rincón de esa institución. Nadie podía explicar como había logrado escapar de la guardia o conseguir las llaves de las cerraduras. No sabían a quien avisar. Solo tenían el teléfono de Fernando Marín, el novio que la interno hace 5 años y no apareció nunca más. Los responsables de la institución decidieron dar aviso a la policía esa misma tarde.

Luego de una intensa búsqueda, esa noche, la encontraron muerta en el baño del bar que había sido su último lugar de trabajo, antes del encierro. La autopsia confirmo que llevaba así, como mínimo, 48 horas.