Soy quien puede mejor describirte,
Las palabras en el mundo son vastas, solo necesito una,
Aún así, de todas ellas formaría una sola,
Perdona pues, mi sinceridad, si a caso pudiese herirte,
Alborotar a nadie quisiera con el nombre de tu oficio,
Amarga como savia de pino es en bocas dulces tu labor sin paga.
Escucha atenta, mujer de amor sin amor, lo que digo,
Astuta al mirar debes ser, atiende pues, de mis dedos las letras;
Rincón a rincón en estas líneas con tinta de hiel
La palabra que te describe sin decir he dicho, le asumiste cuando
Al mal de manifiesto lúbrico de tu cuerpo las puertas abriste, y
Rimé con tu apodo tu nombre, aún tan bello a mis oídos o a mis odios…
Es de roca tu pecho gastado, piedra adentro, masa afuera,
Y en esa vil dedicatoria, ninfa lujuriosa, te describo.
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