Tiempos dificiles, tiempos sin libertad , tiempos donde nadie podia reclamar, era un reino del infierno donde todo aquel que naciera estaba bajo la cauta vigila del ejercito de un rey, un rey que miraba a todos por medio de una cruz. Una cruz la cual te identificaba como creyente, una cruz que sin ella a hogueras se te condenaria. Eran tiempos dificiles pero siempre tiene que haber un lider, aunque este estuviera demente.
Nadie prostestaba contra este rey tan sadico, un rey que formaba parte de una hermandad, santo oficio de fe, a los cuales casi nadie podia pertenecer, era de los pocos "afortunados" en poder ser un guiado en este oficio.
Aquel sin cruz en mano, era atado y condenado, aquel con la mente en blanco, era dejado en paz, a cambio de su libertad. No tenia sentido vivir, era un crimen elegir, que se podia hacer, eran los tiempos donde todos tenian que tener una fe.
Al rey su ejercito lo protegia, un ejercito demente al hacerle caso a su alteza, un ejercito conocido por su grandeza un ejercito lider en "cruzarse" la raya, en "cruzar" imperios, como la T de dios eran conocidos, eran guerreros de un santo oficio.
Su majestad lideraba con un puño de hierro, arrazaba con todo aquel que se le pusiera en medio.
Pero a pesar de todo el crimen de este rey, el reino, era glorioso y majestuoso. Era un reino donde no hacia falta la comida, todos posian una gran villa, todos se hacian los felices, todos se hacian los libres. Solo era necesario llevar una cruz en mano, para poder ser parte de este majestuoso reino.
Pero en el interior, todos anhelaban la libertad
Esta es la historia de como un rey pierde su gloria, por mala administracion de su fe, por mal liderazgo de sus seguidores, de aquel imperio de dios, aquella T de dios, como surgio un pensamiento en contra de sus sueños.
Este pensamiento se llama: Libertad
aquel pensamiento que todos anhelamos poder respirar, que a todos nos hace falta cuando se nos priva de esto, esta fue la razon de como este reino de puño de hierro cayo en mil pedazos. La falta de libertad fue su condena.
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