Si tan solo regresaran


Hacia una noche calurosa, como suele ser en la ciudad de Coatzacoalcos Veracruz donde vivo con mi familia.
Oscilaban entre las 10:00 pm y las 11:00 pm, recuerdo que era una noche silenciosa y sobria y por alguna razón mi padre y yo seguíamos despiertos. Sosteníamos una conversación profunda (como solíamos tener de vez en cuando) en la que discutíamos sobre la importancia de la vida, la muerte y la relación entre ambas.
De repente después de un largo silencio en el que solo se oía a lo lejos el tic-tac del reloj, pregunte a mi padre mirándolo a los ojos
- Si tan solo aquellos que murieron y que amamos pudieran regresar a nosotros ¿Cómo lo harían?- sostuve mi voz por un segundo pensando en aquella imposible pero hermosa posibilidad- y en ese caso ¿Qué les diríamos?
Mi papa callo por unos segundos cerrando fuertemente sus ojos, cuando finalmente los abrió, logre percibir que estos estaban húmedos e irritados. Más rápidamente se limpio la cara como si aquella lágrima jamás hubiese existido, después de un suspiro, me dijo
- Solo tienes que escuchar
Mi padre jamás ha sido un hombre de respuestas, pues no las tiene. Mas carga en su día a día con él un portafolio de experiencias con las que el diariamente se dispone a abrirme un mundo para dejar mis incesantes preguntas y yo misma crear mis respuestas
- Lo que te contare- me dijo tembloroso- puede ser el mensaje más hermoso que he recibido y hoy por hoy agradezco a dios que lo supe saber escuchar
Derramo algunas lagrimas mas no perdió la cordura (no es un hombre que suela perderla), me miro fijamente a los ojos aun con los suyos rojos e hinchados, tome de sus manos tratando de darle mi apoyo para continuar.
- poco antes de morir tu abuelo, tuve una plática con el- dijo mientras mirando sobre mi hombreo recordaba detalle a detalle el relato que con tanto esfuerzo y dolor me contaba- me hablo sobre una mujer con la que mantuvo una relación por más de 30 anos
Para el dolor de mi padre cuando tenía 10 años se había enterado de esta, y no fue hasta sus 40 años que su padre tuvo el valor de contárselo.
- “dile que me acorde de ella hijo, por favor” – le dijo el padre de mi padre antes de morir, y el prometió que lo haría.
La noche avanzaba aun en su infinito silencio, y mi padre no lograba contenerse ante mí
- Jamás le hables de esto a tu abuela- me hizo prometer entre sollozos
- “esa mujer”- continuo sin decir jamás su nombre y aun así hablando de ella con respeto y sin ningún resentimiento- esa mujer amaba a tu abuelo y pienso que el a ella también
Bajo la mirada lentamente, mirando al suelo, mientras se atoraban las palabras en su garganta.
- Mas él era un hombre casado, con hijos, sabia la responsabilidad que tenia con nosotros, hoy más que nunca se que nos amaba sobre cualquier cosa
Yo callaba mientras mi padre hablaba, aun no entendía el propósito o la razón de lo que me decía, pero escuchaba con atención e interés, en suspenso de lo que diría. En mis adentros sentía enojo con mi abuelo, mas no entendía por qué mi papa no.
- Pasaron más de 7 anos mi amor- me dijo- 7 anos y yo aun no había cumplido mi promesa, todas las escusas posibles encajaban con la realidad, mas a quien daba estas escusas , si yo mismo no las podía creer
- Y la verdad cual era papi- pregunte con mi mirada fija en sus labios cerrados, casi inmóviles y sin vida
- La verdad es que tenía miedo, aun no se dé qué, pero tenía miedo.
Baje la vista y calle, tratando de pensar en una palabra de aliento para mi padre que jamás llego.
- Hace dos meses tu madre tuvo un sueño-prosiguió
- ¿Con que soñó? – le pregunte aun más interesada ya que mi madre tiene un “don” en el que creemos firmemente y confiamos en sus sueños , pensamientos o “visiones” de manera muy crédula, pero justificada con hechos y experiencias.
- Soñó con tu abuelo; le pidió que me recordara el #27, que era muy importante para él, mas yo no le di importancia, honestamente no creí que la tuviera.\
- ¿Tenía que ver con tu cúmplenos? ¿tu numero favorito? ¿Qué paso después?

Mi padre suspiro con un poco de decepción en sí mismo, pero continúo
- No logre entender el mensaje hasta la mañana siguiente cuando tu mama me despertó a empujones y un poco exaltada
- “dice que busques el libro de pasta blanca que te regalo, y que recuerde el #27”
Le dijo mi mama aun medio dormida refiriéndose a otro sueño
- Yo me quede atónito, pues por arte del destino o simple coincidencia hacia un par de días atrás vi tirado en el suelo un libro de pasta blanca. Casualmente el primero que me había regalado mi papa.
Se quedo callado mientras notaba el asombro crecer rápidamente en mi rostro, se levanto a servirse un poco de café y regreso a sentarse mientras bebía de este, yo seguía sin palabras.
- Regrese a la cama con tu madre sosteniendo entre mis manos el libro de Irving Wallace titulado Las Ninfómanas y Otras Maniacas. Buscamos entre los dos la pagina #27 y callamos en un segundo cuando comenzamos a leer.
- La página hablaba de principio a fin sobre la relación imposible de una mujer y un hombre casado. Inmediatamente comprendí el mensaje, más no sabía qué hacer con él, no sabía si realmente quería hacer algo con él.
- Sé que hizo una promesa-le dijo mi papa a mi mama cuando comprendieron ambos el significado de aquel sueño –pero no tengo su teléfono, ni su dirección, es imposible que haga algo ahora.
Mi padre callo por unos segundos y me volteo a ver a los ojos con una sonrisa
- Después de 7 anos, ¿qué tan imposible te parecería encontrar el teléfono de una mujer con quien jamás has hablado?
- Muy imposible- le respondí segura
- Yo pensé lo mismo-dijo desviando los ojos y devolviéndolos con los míos- hasta que tu madre encontró su tarjeta, sin siquiera buscarla.
- ¿le llamaste? ¿Qué te dijo? ¿te reconoció? ¿ya la conoces? ¿Qué paso?
Inquirí en toda clase de preguntas apresuradas, mas mi padre iba a su propio paso
- Si, llame, me contesto ella, mas yo no estaba seguro de que decirle.
- ¿Pero si le dijiste algo cierto? – pregunte levantando las cejas en desconcierto
- “soy Eduardo, hijo de Federico Ortiz” dije, ella enmudeció.
- “lo siento Eduardo, no sé qué decir”- le dijo la mujer, la amante de mi abuelo, a mi padre; y rompió en llanto.
- “señora, hace 7 años murió mi padre
Un sonido imperceptible los rodeos a ambos, tal vez era un corazón rompiéndose, tal vez eran 2.
- En sus últimos días de vida, señora, pensó en usted…me hizo prometer que se lo diría y hoy 7 años después puedo cumplir mi promesa.
- ¡Gracias Eduardo! Gracias. De verdad no sabe cuánto quise a su padre-le dijo aquella mujer entre lágrimas- gracias.
Mi padre colgó el teléfono despidiéndose, aliviado se recostó en la cama como si un peso en sus hombros hubiese desaparecido.
De pronto, instintivamente, volteo a ver el calendario sobre su cómoda.
-era ese día- me dijo mi padre, de nuevo con lagrimas en los ojos que no intento ocultar- ese día exactamente hacia 7 anos prometí a mi padre cumplir su último deseo, y lo hizo.
Me di cuenta en ese momento a que se refería con saber escuchar el mensaje .Su padre no volvió a la vida más le exigió aun en su muerte cumplir con aquella promesa que le había hecho en vida.
- ¿Quieres saber cómo regresan a la vida?-respondió sin dejarme hablar-no regresan, simplemente jamás se van.
- ¿Qué le preguntaría si lo hiciera?, solo querría saber si es feliz.
- -papi ¿tú crees que sea feliz?
Mi padre me regalo una sonrisa de oreja a oreja y continúo su relato
- Esa noche, en la madrugada, el sonido de la televisión me despertó y mientras me reincorporaba vi en la televisión una escena que jamás olvidare-me dijo aun sonriendo
- Se transmitía la película “El Bulto” en la que sale tu abuelo en una fracción de segundo, aparece aplaudiendo, sonriente. Al abrir los ojos fue lo primero que vi.
El reloj sonó entre aquel silencio creado entre mi papa y yo. Ya eran casi la 1:30 am.
Mi padre dejo de hablar, me beso en la frente y levantándose de su silla se dirigió hacia su recamara.
Se detuvo un segundo y volvió la mirada hacia a mí.
- Si mi amor- me contesto al fin- creo que él es feliz.


Fin