En ocasiones, el ser humano, tiene la necesidad imperante de mirarse constantemente a través del espejo para contemplar su belleza, el correr del tiempo y hasta el último de sus detalles… Algunos individuos, viven “pegados”, literalmente a los cambios físicos que el tiempo aporta a su fisonomía, pues temen tanto a que podrán pensar los demás de ellos… ¿Pero, acaso, alguien se habrá atrevido a observar algo más que los cambios que se han producido en su rostro o su cuerpo”.
En estos momentos, me gustaría, poseer un espejo con cualidades mágicas, no solo para observar mi belleza como persona o mirar la belleza de las demás, sino para poder escudriñar su interior, saber en verdad como son… Ya que al fin y al cabo la belleza exterior se agota pero la interna es perdurable, sería fantástico reflejar la verdadera esencia de cada uno de nosotros…. ¿Para qué? Pues para poder tener muy claro que el ser humano es un ser cambiante y que en ocasiones puede llegar a destruir y a destruirse. Teniendo muy claro esto saber si me puedo o no arriesgar o no a interactuar con las personas que me rodean.