(Verso libre)
Buscar, atisbar, contemplar;
televisión; sube, baja,
ordena; trabaja,
no hacer nada;
llenan jornada
un día cualquiera
de pretendida bucólica existencia,
en el cual cupiera
tranquilidad, paz, sosiego, olvido;
relajante y sana complacencia
para ÉL, que mucho ha vivido.
ÉL prescinde labor profesional
al socaire de vacación estival,
feliz, tranquilo, sin preocupaciones
al no estar sujeto a obligaciones.
¡ELLA turba el sosiego pretendido!
¡Mujercita jovencísima,
alta, pletórica,
vergel florido,
aliento encendido,
numen creador, fuente modélica
inspiradora de endechas
sentimentales, amantísimas,
que corazón enternecida
le lanza como flechas!
Existencia bochornosa, parda,
insípida, sin color ni brillo,
ELLA trocó en firmamento luminoso,
cielo encendido,
parnaso divino,
paraíso soñado
con su presencia mayestático,
arrebatadora,
dulce como cervatillo,
amable, buena, delicada,
encantadora,
que extasía, conturba,
enamora.
ÉL descubre, desde ÉL primer momento,
imposible a ELLA dar trato paternal;
corazón repudia fingir sentimiento
que ofusca, arrebata, pasión terrenal.
ELLA y ÉL, solos en elL balc6n
envueltos por la penumbra.
ÉL, la dice: "¡Me gustaría darte un beso!"
ELLA, con voz apenas audible,
le mira a los ojos y sensible,
con acento quedo,
dice: -¡Bueno...!
¡Ilusión! ¡Cielo alumbra!
ÉL flota. Navega. Obseso
acerca boca reverente.
Labios cálidos
aletean como mariposas.
Titila lengua sugerente.
Manos ardorosas
afanan trocar en prosa
deliquio poético
que trata de jazmín,
néctar, rosa ...
Revoloteantes acarician,
circundan, oprimen, rozan.
Se extasían
en el milagro de pechos
abultados, turgentes, cálidos,
creadores de savia
de donde emana vida,
auspicio de embelecos gozosos,
aromas de perfumes de Arabia.
ÉLsiente, en un instante,
cuerpo arde, alma incendia,
pasión encrespa. ¡Libido despierta!
ELLA, dulcemente razona:
¡No puedo, sentiría vergüenza de mí!'.
¡Oh, embriagador frenesí!
¡Espíritu juicioso, despierta!
¡Inadmisible pecado de necedad
es olvidar en el amor la edad,
que en ÉL -si apercibe- causa rubor,
y en ELLA -si advierte- sufre estupor!
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