Hola…
Hace tiempo que no nos vemos. Como pasan los años, tengo 21 y siento que mis huesos van envejeciendo, incluso ayer mientras me veía al espejo para rasurarme descubrí un par de canas, me reí durante un momento, que cosas…
Ha pasado bastante tiempo desde la ultima vez hablamos, aun recuerdo tu voz parecido al susurro del viento, recuerdo cuando me decías que era un niño y yo me amargaba contigo, y tu dale de reírte de mi y yo rencoroso me molestaba por esa tontería incluso hubo ocasiones en que no te hable durante días, realmente no sabes como añoro ese tiempo perdido.
Tiempo, una de la magnitudes que el hombre aun no puede dominar, daría la vida que me resta por volver el tiempo atrás y verte una vez mas con esa sonrisa y esa infantil rebeldía; dicen que es malo pensar en los recuerdos, que es un cáncer maligno… Pero yo soy una persona hecha de retazos de recuerdos, mi vida es un conjunto de historias incompletas. Y creo que mi vida no tendrá un final feliz.
Todos los días me levanto a las 5am para ir a una empresa privada a cumplir mi jornada laboral, recordaras que soy fanático de la puntualidad desde el colegio, que incluso antes de que abrirán el portón yo ya estaba allí, esperando a que abrieran; mi trabajo no es el mas agradable del mundo pues me pagan para hacerle la vida imposible a las personas.
Son las 5 y 30 am y camino por la calle de mi barrio cuando la noche aun es cerrada y el frio es despiadado. Tras cumplir con m rutina sin hablar con nadie, si escuchar nada, me encamino al instituto. Imagínate que estoy estudiando Administración de Empresas, tu dirás, “ y a este ¿Qué bicho le pico?, si, estudio una carrera que no me gusta pero que lastimosamente me permitirá ascender en la empresa donde estoy. Supongo que te preguntaras que fue de mis poemas, de mis cuentos y mis novelas, de mi lado escritor. Pues quedo en segundo plano, mi arte no esta preparado para esta realidad tirana, en un país como este uno termina absorbido por rutinas y olvida su esencia. Así que ahora me consuelo escribiendo y publicando por Facebook.
En verdad que no se como estas, pues aunque estamos conectados por las misma redes sociales e incluso cuando nos cruzamos online fingimos ser un par de extraños y me parece irónico que dos personas que hayan sido novios terminen de esta manera… Tal vez hay heridas que son eternas…
En medio de las clases de ciencias vanas la mitad de mi mente vuelve el tiempo atrás y recuerda con remordimiento que fui yo el que te dejo, si, sabiendo lo que sentía me aleje de ti, me aleje no por que me gustara otra chica, ni había dejado de quererte… fue por algo que de contarte tendría la certeza de que no me entenderías, que de lograr volverte a hablar y explicarte las verdaderas razones me dirías que estoy loco, que me falta un tornillo, que debo ver un psicólogo, lo acepto tienes derecho a no creerme, puedes burlarte… si tan solo supieras la verdad… pero es mejor así, es un precio que tengo que pagar, un trato justo y equivalente, tu vida por el olvido, tu felicidad por mi soledad.
Escribo de esta forma tan poética porque tengo la certeza de que esta carta jamás tendrá respuesta, sé que cuando la veas correrás hacia Él y le enseñaras esta carta y hasta puedo ver como se reirán a carcajadas de mi estupidez, luego cruzaran una avenida y al termino de esta te echaras a sus brazos y lo besaras. Sinceramente no me molesta, pues fui yo quien te enseño a besar, casi recuerdo la primera vez que nos besamos, pude ver tus miedos, como tu pecho temblaba cada vez que te abrazaba.
Es más que obvio que tu no podías estar sola, si, ya vi el álbum de fotos que te hiciste con El en un viaje a la playa, sales preciosa, y en eso si estoy amargo, nunca te quisiste tomar una foto conmigo. Incluso cuando lleve una cámara me choteaste olímpicamente he incluso llegue a rogarte pero nada.
Nostalgia aparta de mí este Cáliz…
No puedo decirte que soy feliz, estoy destinado a la soledad, mi vida consiste en sobrevivir…
Ahora estoy solo, porque sé que después de ti no hay nada ni nadie, porque solo debes ser tu.
Tal vez me dirás que te olvide, que ya no sientes nada por mi, que soy un mal recuerdo, ok, lo acepto. Puedes botarme de tu vida a patadas, tienes derecho a no hablarme jamás, tienes derecho a burlarte de mis cartas sin respuesta… Pero no tienes derecho a pedirme que deje de amarte, pídeme incluso la muerte y con gusto te la daría; más no eso.
Creo que no te imaginas nada de mí, no te imaginas que me levanto cada mañana en esta ciudad de m… y tengo que inventar una nueva actitud para enfrentarme a la idea de que hace 4 años que ya no te tengo.
Quiero vivir sin arrepentirme, es por eso que como demasiado, fumo mañana, tarde y noche, y los sábados en la noche escucho música de Roberto Carlos junto a una botella de vino brindado por tu ausencia. Es por esta rutina que he engordado de sobremanera.
Acaso te imaginas mis noches de insomnio, las pesadillas tan terribles que destrozan mi alma, la razón por la que tengo estas ojeras.
No quiero morir, pero vivir así es agobiante.
En fin, es mi vida, el destino que elegí. Solo me consuela la idea de que estas viva, de que estas en alguna parte de esta inmensa ciudad, de que estas enamorada y eres feliz, me siento tranquilo porque sé que en alguna parte del día miramos hacia el cielo y pensamos el uno sobre el otro, estoy tranquilo porque respiramos el mismo aire, y vemos llegar con nostalgia la misma noche. Y que en esa misma noche lloramos junto a las estrellas.
Bueno, tan solo quería decirte eso.
Por cierto, sé que es idiota de mi parte, que esta carta es cursilería y media (aunque debo recordarte que con las cursilerías que decía te conquiste), pero aun a pesar del tiempo, la distancia y el olvido, siempre te estaré esperando.
“Sayonara Ai Wo kureta Ano Hito Wa”
Siempre tuyo
Fidel L.
Lima, 12 de mayo del 2010
05:18 pm
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