Hay que ser pedorro en la vida che, que ya no conozca gente de mi edad, menos de 30, que no tenga celular, me la banco, todo bien, se que termina siendo algo útil. Pero que me vengan con eso de que la camarita, que lée mp3, saca fotos, y si te lo pones en el orto, equivale a un pocket vibrator, ya me supera.
Nuevamente la indignación golpea a mi puerta, y lo hace con todas las fuerzas, exigiendo explicaciones, ¿el celular no es para mandar mensajitos estúpidos como “ok” – “¿en que andas?” – “y tmb l q psa s q n t pod encotr nos vem en un tq grax p el cd dsp t l gravo xd” y para llamar por error a la casa de tu ex? Ya se perdió eso, ya casi la gente no usa celular para comunicarse, lo usa para bajarse ringtones, sacar fotos boludas que después no puede pasar a ninguna computadora y le quedan estancadas en el bicho ese hasta que te lo manotean en la calle, para armar canciones mal hechas con el pentagrama ese, para escuchar música porque el mp3 que se compró, se le rompió a los 27 minutos de haberlo comprado.
La telefonía celular, si no me equivoco, fue creada para mantener comunicaciones entre dos ó más personas, estuviesen donde estuviesen, no para usar de radiograbador a todo lo que da en un bondi hasta las pelotas con destino a Retiro a las 6 de la tarde. Y obviamente, nosotros somos los culpables de este avance tecnológico y retroceso mental, nosotros consumimos esas basuras, que suenan con los mejores parlantes, sacan las mejores fotos, pero no tienen señal en ningún lado. Nos seduce la moda, el formato del bichito ese, los colores, el tamaño, sus características audiovisuales, pero ni nos calentamos en saber si el producto nos brindará un buen servicio de comunicación. Un gran porcentaje de la población argentina, tiene celulares sólo para no quedar “out”, y se dedica a mandar mensajes pelotudísimos a sus 3 contactos durante todo el día, ese porcentaje más un poco más, gasta la mitad o mas de su sueldo en estos artefactos, porque el modelo y su polifonía les encanta.
Soy conciente que cada uno con su dinero hace lo que quiere, y ´también que cada persona puede mandar cuantos mensajes quiera a la persona que quiera, y le puede decir cuantas pelotudeses quiera, pero a la vez, soy conciente de que todos nosotros nos estamos dejando llevar por lo accesorio de las cosas, y no por lo esencial, los celulares en sí son sólo un ejemplo, perdemos el carácter objetivo de comprar u obtener algo que necesitamos. La moda nos aplasta, nos vuelve extremadamente materialistas, nos corrompe de lo simple, de lo sencillo, nos empuja hacia una habitación con un empapelado brillante, pero vacía. Y bueno , ahora los dejo, tengo que irme a comprar el último modelo: el B43,17-4d87evd con cámara filmadora, rayador de queso, con sonido 5.0, cepillo de dientes, DJ incorporado y con suerte, un poco de señal en el Parque Chacabuco a las 5 de la mañana, siempre y cuando llueva y sea otoño, nos vemos!!!!
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