15 de Octubre de 2008. Querida mamá: Siento no haberme despedido. Sé que cuándo veas la habitación vacía te vas a llevar un buen disgusto.Espero que lo entiendas,puede que no hoy, ni dentro de unos dìas pero con el tiempo lo harás. La decisión la tome hace tiempo, varias veces intenté hablarlo contigo, pero tu lo evitabas y cambiabas de tema. Sabes que te quiero mucho, pero tu amor me ahoga.Necesito pensar po mi misma,caerme, ver el mundo con mis ojos, romper está búrbuja con la que me envolviste y empaparme de vida. En el cofre que me regalo tita Pilar he metido todos los miedos, las frustaciones, tu rencor a los hombres, la bufanda que me tejiste y que me hacìas poner todo el invierno, hiciera o no frío. Ahí se quedan tus sueños no cumplidos y que querías que yo realizara, las risas fingidas, los tiempos perdidos...Solo me llevo la llave. Pronto te mandaré un postal desde donde me encuentre. No te preocupes por nada, tengo algún ahorro y sé ganarme la vida, eso sí me lo enseñaste. Cuidatè ahora, quiérete un poco y vive. Arreglate el pelo, pintaté los labios y ve a esas clases de baile que siempre deseaste. Vive, mami, vive. A la vuelta iremos juntas a la orilla del mar sin olas al que siempre me llevabas y nos comeremos un helado mientras te cuento todo lo que haya vivido. Un beso muy fuerte: Carla.