en una reunión, los animales enumeraban las maravillas de la creación :
la primera maravilla, la vida , dijo la ardilla
la segunda el rayo , dijo el papagayo
la tercera, la cantidad de aire puro que Dios hizo , dijo el erizo
la cuarta, el arco iris , dijo la perdiz
la quinta, la hora que el sol termina su trabajo , dijo el escarabajo
la sexta, el bosque y su grandeza , dijo el león su alteza
y la séptima, las estrellas en una noche serena , dijo la ballena
¿ y los animales mas pequeños que opinan ? -, preguntó la lora
y grillos, hormigas, piojos, gorgojos, cigarras, pulgas y mariposas, al unísono contestaron :
poder ver un atardecer
poder oír una noche partir y un despertar venir
poder tocar sin lastimar
poder probar sin dañar
poder sentir sin ver ni oír
poder respirar un bosque
y poder reír sin hacer sufrir
¿ y usted amiga lora, cuál es su opinión ? -, preguntó el camaleón
- agréguese una nueva maravilla, la de poder amar -, contestó la lora
muy feliz, de pronto se apareció Dios y desde esa vez, unió a la maravilla de amar, la decisión de perdonar,
levantó la batuta y el concierto de la tarde se inició y a todos los corazones, ocho y no siete bendiciones entregó
( las maravillas que nos inventamos o construimos, finalmente se pierden en el olvido o "la polilla se las come"
las cosas verdaderamente valiosas y grandes, también por demás eternas, son las mas pequeñas y mas sencillas y "no se ven con los ojos, sino con el corazón", dijo Antoine de Saint-Exupéry en su libro El Principito,)
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