"La verguenza de ser hombre¿hay una mejor razon para escribir?
G.Deleuze "Critica y clinica"
Muy temprano en su vida,el agil espiritu de Marcela se elevo hacia libertades no comprendidas.Inflamandose,se expandio a traves de su piel.Sus poros sutiles.Sus miradas.Su intimidad.
Su boca gracil,de extensas charlas sin voz.
Paso a traves de ella,de su cuerpo,del numero de sus años.Alcanzo cielos claros.Noches cerradas.Playas virgenes.Tardes de rubi.Lluvias impertinentes
Fue luz perdiendose en el horizonte como un faro que huye.
Laberinto de cuentos narrando otros cuentos.Ciudades ocultas.Espejo contra espejo.
Entusiasmo genuino como si Dios existiera poseyendola,que nunca pudo ser transcripto por Marcela de modo alguno.
Faltaron las palabras que no aprendio,las letras inquietas a su dibujo,la voz de un pensamiento.
Aun asi ,su alegria le permitia armar poemas y canciones que volaban al viento,como el humo de una hierba suave.
Prefirio callar,dejar a su voz crecer austera como esas plantas que viven en el desierto.Que beben rocas.
Prefirio las miradas,el ondular de su cuerpo largo,que todo lo decian.
Su entusiasmo era la ofrenda de amor que no cesa,no se nombra,se prodiga sin objeto.
Sin saber si la lluvia invito al acontecimiento.o solo lo invento con su humedad electrizada,una noche lloro hasta que el frio formo cristales con sus lagrimas.Su rostro de niña se enjoyo de hielo.Apreto sus labios finos que intentarian profanar.
La mañana siguiente partio en busca de su epifania .
Carlos acomodo su cuerpo a la butaca del camion,simulando atender a la ruta azotada de lluvia.La mole avanzaba buscando la ciudad de Cordoba,dejando atras los pueblos bonaerenses.Cocina putrida de pasiones hedientes que detestaba.Adherido al volante,Carlos era un automata conductor.una maquina ajena al camino,ruedas hambrientas tragando kilometros.Su atencion procuraba centrarse en el ombligo,tamborillear su panza,volverse a si mismo,al trabajo que lo reclamaba.Contradiciendolo,el camion,la tormenta,la mañana,el destino se conducian sin que su voluntad participase.
Cada tanto lanzaba una mirada a la jovencita que habia subido en medio de la lluvia.Apenas pasado el poblado de A meghino la descubrio haciendo dedo en una estacion de servicio.
Vacilo hasta que dejo de pensar,la llevo.En la butaca contigua,sin hablar una palabra,se veia placida y ausente.Por su rostro,era muy jovencita.Su altura y porte engañaban,pero no resistian un examen cercano.Flaca,desgarbada.Ruta segura,penso,con pocas curvas.Rio triste del chiste camionero.
Le gustaba,siempre le habian gustado las pendejas,siempre lucho contra ese apetito urente com una ulcera.
Hubiera pensado en las ninfulas de Nabokov si hubiera leido Lolita,pero Carlos no era lector.Marcela,por otara parte carecia de la perversidad aniñada de Dolores Haze.No era tampoco la escultural "nenita"de la pelicula de Stanley Kubric.Tampoco la mujer resignada de la segunda mitad de ese mismo filme.
Carlos no era Humbert-humbert y este relato no tiene nada que ver con la literatura,con Magritte ni con el cine.
Carlos estaba inquieto,aprensivo.Excitado y con miedo a las consecuencias.¡que no harian los hombres si gozaran de impunidad!Para serenarse,atribuia su angustia al silencio de Marcela.Si,habia obtenido su nombre y un gracias,al subir y nada mas.
Quince años manejando camiones por toda la Argentina,conocia los prostibulos del sur o del litoral donde "madres"alquilaban a sus hijas de pocos años.Sabia de las redes que encadenaban a las niñas a la esclavitud de su cuerpo,con la sonriente connivencia del tiranuelo policial o politiquero de turno,de los clientes,del respetable cuerpo social.Conocia la Avenida Amancio Alcorta,los paredones del cementerio de Flores donde se vendian al precio del "paco",cocinado a la vista de todos.
Este estado de cosas le producia repulsion,nauseas.a la vez que su carne batallaba contra si.Se desajustaba entre un deseo inconfesable y la cordura de saberlo indecente.
Algunas veces,habia sucumbido a la carne oscura y triste que pedia su goce egoista.La barrera moral era simpre endeble,simepre quebrada en algun lugar por donde se podia superarla.
Aun se veia alguan mujer en la ruta.Las antiguas ruteras,especie extinguida por motivos de seguridad para ambas partes.
Las mujeres no consideraban prudente exponerse asi.Las empresas y dueños de camiones temian a los piratas del asfalto,que podian utilizar mujeres como carnada viva.
No obstante subio a la joven en Ameghino.Todo e indicaba que este caso era indiferente¿seria alguna loquita?No habia centros psiquiatricos por alli,pero se dieron casos de dementes que se habian desplazado desde Torres u Open-Door,a muchos kilometros de alli.
Luchaba con su cuerpo,con su hambre animal.Para disminuir el arco voltaico de la tension,intento algunas preguntas rutinarias.
De donde sos hasta donde vas tenes familia.Obtuvo una minima claridad de la voz enronquecida de Marcela.Descenderia en Venado Tuerto,buscaando la terminal de omnibus.
La tormenta habia cesado.La noche refulgia.
Detuvo el camion en un amplio claro.
Ella gruñia como quejandose,inmersa en una paz dulce.Sin temores.Persistiendo en su abulia Marcela lo miro con ojos como caramelos hirviendo.Queda y calma como hasta ahora,su mano se extendio hacia la entrepierna de Carlos.
Su piel conservaba aun el frio de la noche.
El deseo palido y triste de Carlos se arrojo sobre ella,desesperado.Busco agotarse con torpeza,brutal,mal contenido.Se vio perverso.
Luego de obrar con su boca muda sobre la pelvis en armas de Carlos,Marcela se echo hacia atras,abriendose hacia el como una sonrisa dulce.
Carlos ,distendido observo que la inocencia no estallo en llanto.La oscuridad de una violacion,cedio el paso al arco iris.
Dos dias mas tarde,que pasaron juntos,el camion llego a Cordoba,excusandose en un grave desperfecto mecanico.
Marcela se despidio a la entrada de Venedo Tuerto.
Carlos quedo con una piedra lunar entre su garganta y su corazon.Un asteroide sin atmosfera.Un desierto en su barriga.
La niña era virgen.
Era un criminal.
La amaba.
No volveria a verla.
En pocas semanas Carlos vendio su camion,abandono la empresa,se instalo en Buenos Aires.
Algo comenzaba a quemarse en el.Como intentar encender fosforos una y otra vez sin lograrlo,hasta que una chispa prende,encendiendolo todo.
Consiguio una casa humilde en el bajo Flores.Olvido el episodio de Marcela.Entendia todas las cosas del mundo como iluminado sin sombras.Leia las estrellas como un libro.
Con los años se convirtio en Don Carlos,un viejo chaman de barrio.
Sanaba aflicciones,remendaba cuerpos,remediaba entuertos,desempolvaba corazones .
Desinteresado del dinero que llegaba a el,ofrecia ayuda directa a quien lo necesitaba.
Su fama se irradio como una santidad.
Hasta su muerte,Don Carlos reposo en su sencillo y pintoresco rincon de barrio,derramando la luz recibida una noche de lluvia.
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De regreso a ala casa de su familia,Marcela recibio retos y alguna cachetada.Sus padres extenuados desde siempre,con un aire innato de desinteres,esbozaban vacilantes una ley paternal.
La mantuvieron encerrada como una reina demente,alucinada por visiones de amor ,hereje de la peor brujeria.
En secreto consultaron a un medico,que les confirmo sus temores.Por fortuna,no habia embarazo ni infecciones.
Los hermanos mayores,indiferentes,preferian disparar de la situacion y el lugar.
El simulacro de control,contencion amorosa era un concepto inexistente para ellos ,cedio pronto a la abulia general.
Marcela volvio a su cielo,como estrella saltarina.
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La fama oculta de Marcela ,como todo secreto a voces,gozaba de gran popularidad.Un halo la nimbaba.
La golosina secreta circulaba por el pueblo como monedas,en medio de un silencio de tumba.
Gran parte de la poblacion masculina se aprovecho de Marcela.
Gran parte de la poblacion femenina,considero irrelevante ocuparse del tema.
El todo de los niñitos,festejo con risitas no se habla,los hechos dados.
Tambien usufructuaron el privilegio,conspicuos ciudadanos de severas palabras sobre moral y progreso.
El Señor Intendente y el Señor Juez,fervientes luchadores contra la droga y los excesos juveniles.
El Señor Comisario,de fuertes vinculos politicos con los antedichos,suscribia todos sus actos.
El Señor Cura,con la sapiencia ancestral de la Iglesia,nada ignoraba,optando por una piadosa discrecion.Evitaria los escandalos a su alreededor o el pulpito demasiado profetico.
Ya venia de problemas en parroquias de la capital,con algunos "muchachitos".No seria el quien perturbara la tranquilidad pueblerina,en especial la que disfrutaba el.
Solo se lamento la fiscal,nacida y criada en el pueblo.Hasta penso en una denuncia,pero arriesgaria su posicion en el lugar .
Despues de todo,los hombres eran hombres y la nena ,una provocadora.
Una extaña aurora se cernia sobre estos hechos.Destellaba fulgores inusuales,se proyectaba sobre esas personas que entrecruzaban su vida a diario.
Automatas sin preguntas,la reflejaban sin saberlo.Benefica o no,segun como fuera su recepcion,develando cada esencia en particular.
Los hombres no salan indemnes de Marcela.
Un sector se endurecio aun mas,como halcones en celo.
El intendente,el juez y el comisario se aliaron en una campaña contra la inseguridad.Veian el pueblo cercado por males,amenazas que muy probablemente ya habian intrusado al pueblo,vivian alli como virus infectos.
Pocos de los que circulaban por rutas cercanas,se salvaban del celo policial o municipal.Multas,coimas y requisas eran permanentes.
Los jovenes del pueblo que solian andar en moto,vehiculo habitual en una ciudad sin buses,eran perseguidos y multados,hasta que sucedio una desgracia.
En una rara maniobra,una camioneta municipal embistio una moto y murieron sus dos ocupantes.
La supermente colectiva,penso,con acierto que los municipales padecian agun tipo de ebriedad,pero la toda boca cerrada de la ciudad,no oso comentario alguno.
Aunque algo de escandalo trascendio a medios de capital,la batalla continuo petrea.
Se buscaban drogas de diseño,pornografia infantil,laboratorios clandestinos.Se requisaban colegios,interroganto a los adolescentes.
La cruzada final avanzaria sobre la moral.
Invocando la prevencion del embarazo adolescente y el aborto,el sexo cayo bajo vigilancia.
El cuerpo inerte bajo las miradas disectoras,como en "La leccion de anatomia" debia someterse sin escapatoria.
El organismo sanitario ejercia el control.
Cuerpo violado en privado,legislado en publico.
Un video hot que circulaba por los celulares,provoco una hecatombe al ser subido a You Tube y descubierto por los medios porteños.Se veia una jovencita con tres hombres adultos.El escandalo se desmadro.Pronto se hizo saber que la niña era Marcela y todas las acusaciones cayeron sobre ella.
La atacaron hasta que quedo claro,para el imaginario colectivo del pueblo,que ella era la responsable de lo sucedido.
Marcela siempre alegre como un angel de Pasolini,sufrio esta vez,guardo su tristeza en silencio.
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Varios jovenes abandonaron la localidad.Descubriendo la Tierra,viajaron hacia ella.
Luego de Marcela,un tintin luminoso sono en su corazon transformandolo.
Habian tenido su epifania.
Sus caminos se orientaron al amor.Se hicieron peregrinos,maestros,viajeros,nomades,cientificos,artistas,locos,
filosofos.
Habian descubierto al otro en el cuerpo callado de Marcela.
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Una noche,despues de cenar un rico mondongo Marcela tuvo un sueño:
-¡Soy Santa Maria!-le espeto la aparecida.
-Pero no te pareces a la virgencita,esa petisita de Lujan-
(Sin decirlo,ya que habia adquirido cierta malicia,penso que tampoco parecia santa.Mas bien era igualita a la gorda Sandra)
Sandra era una reconocida y antigua hetaira de la ciudad.Ella lo sabia.Habia aprendido algunas cosas,instruida por otras chicas de su edad.No ignoraba que existian esas mujeres que lo hacian por dinero.Esa y otras informaciones habia recibido,casi una wikipedia del sexo.Las chicas aparentaban saber todo sobre el tema.
-Les podes sacar toda la plata que quieras,los hombres son estupidos-
-Si es un viejo baboso ni te cuento-afirmaba una flequilluda,la mas chica del grupo.
Marcela siempre parca en dialogos,sonreia comprensiva,lamentando que sus compañeras no entendiera lo que ella sentia.
-¡Soy Santa Maria!-repitio la gorda,mirando a Marcela con una mirada dulce y antigua.Con unos ojos de paz que habian visto muchos hombres,desnudos en la miseria de su soledad,que habian contemplado al hombre-dios.
Maria le conto que ella no era Maria de Nazareth,la madre de Jesus.Provenia de otra ciudad,Magdala y habia acompañado a Jesus hasta el final.Luego habia viajado,contando estas cosas que habian pasado y ayudando a la gente hasta su muerte.
-Se que cuentan algunas cosas sobre mi...pero no todo es cierto,como todo eso del Codigo da Vinci,en realidad Jesus era un chico muy respetuoso-
Marcela no entendia nada,no veia peliculas,ni sabia leer aunque la gorda le caia simpatica.Ahora recordo a Sandra.Aparecio atropellada en la ruta,poco despues de tener un problema con unos policias...
Santa Maria Magdalena le manifesto:-Un don guia todos tus actos,no temas,pronto viajaras,segui a tu corazon-
A la mañana siguiente Marcela se levanto feliz,atribuyendole al mondongo su raro sueño ycomenzo a prepararse.
Fue a mirar a sus padres por ultima vez.Lucian aburridos,indecisos.Sus hermanos no estaban a la vista.
El pueblo, los que habian quedado,hervia en acusaciones y denuncias "cruzadas".
Un nuevo combate surgia,esta vez contra los preservativos y las minifalda.
Los amigos de Marcela,estaban lejos.
Marcela concluyo su arreglo,reunio una pequeña mochila,tomo sus pesitos ahorrados.
Frente a la plaza se hallaba la terminal del 351,que hacia un largo trayecto hacia La Plata.
Un omnibus,algo vetusto,aguardaba.
Se bajaria,algo antes,llegando a Buenos Aires.
Subio,sentandose en el primer asiento.
Los ojos azules del chofer le sonrieron.Prometian acariciar la ruta.Seria un viaje feliz.
Raul Cardillo,2010
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