esperaba la muerte de mi madre... ya había llorado tanto que no tenía más lágrimas... estaba sentado, mirando un partido de fútbol a través de la televisión, esperando la muerte de mi madre cuando el médico que iba a operarla me dijo que firmase unos documentos que decían que no la operarían por el cáncer al cerebro ya erosionado... firmé y con eso, el médico se fue, dejándome solo, frente a la televisión, con extraños sentimientos, recordando a mi madre cuando joven, a mi padre corriendo junto a mí, con mi abuela llorando a mi lado cuando me tocaba llorar... me senté en una silla y cerré los ojos, quedándome dormido... soñé que estaba jugando en las afueras de una casa, con muchos amigos, cuando escuché la voz de mi madre, diciendo que fuera a comer, que dejase de jugar... le hice caso y fui directo a mi casa. entré y vi a mi madre echada en la cama, riendo y llorando al mismo tiempo. le pregunté qué le ocurría. me dijo que nada, que ya se le iba a pasar. entré a mi cuarto y cuando salí, encontré a mi madre tirada en el suelo. la traté de levantar, pero, pesaba demasiado... de pronto, ella me dijo que la dejara durmiendo. ¿por qué?, pregunté. me dijo que estaba agotada y tenía mucho sueño. le acomodé su cabeza sobre una almohada y cuando estaba a punto de dejar su cabeza sobre la almohada, esta se salió de su cuerpo. fue extraño porque no me sentí mal. miré la cabeza sin cuerpo y esta me habló: no tengas miedo, todo no es mas que un sueño... ¡mira!, agregó, señalándome con sus ojos un closet... dentro de una caja de color oro que guardo bajo mi closet, duermen todos tus sueños, debes verlos, cuidarlos, para que se vuelvan realidad... sonreí, y cuando quería colocar la cabeza en un lugar cómodo, la cabeza me dijo que la pegara a su cuerpo. eso hice y cuando me levanté, el cuerpo entero de mi madre se levantó... ¿vas a morir?, le pregunté. su respuesta fue extraña, pues tan solo reía y reía sin parar, hasta que todo a mi alrededor se hizo negro, tan solo se escuchaba la risa de mi madre... sin saber hacia donde iría, corrí sin parar, cuando en un lugar en aquella negritud, vi una especie de salida o puerta, llena de luz... corrí sin parar hasta llegar a cruzar aquella salida o puerta. apenas la crucé, desperté... allí estaba, sentado frente a una televisión donde daban un partido de fútbol, esperando la muerte de mi madre... me paré y caminé rumbo al cuarto de mi madre. cuando estaba por llegar a la puerta, vi que ella estaba parada, mirando mis ojos a través de una ventana del cuarto... no me olvides, me dijo... ya madrecita, respondí... vi que ella se daba media vuelta y caminaba hacia su cama, donde una enfermera miraba el resto de su ser, echada, llena de tubos, junto a aparatos con cajas negras, marcadores de los últimos latidos del corazón de mi madre... miré su rostro y por un instante volví a ver sus ojos abiertos, brillantes y con esa sonrisa que jamás olvidaré... cerró los ojos y durmió para siempre... volví a mi silla y seguí mirando el partido de fútbol, mientras toda mi familia se acercaba, llorando por la muerte de mi madre... los miré, pero, decidí cerrar los ojos, y allí, volví a verla, sonriendo, como toda la vida...