Un beso de hada, ríos de agua congelada, en estos lares de meridiano lastre, figura el pirata gorgotea el espectro, nieva en el trópico solea en el ártico, brujas y princesas, ninfas y hadas, amantes del bosque cabritos y centauros, sacrificó en el céfiro la hoguera de la inquisición y las cenizas inmortales vuelan en flechas envenenadas a las palabras que hieren y dan vida a la ofensa, recojo mis armas, te entrego mi alma. Naturaleza Hera, ciento y tantas vergüenzas ante tu mirada en rayos de fuego, remanso en la caricia de tu misericordia, cascadas y quebradas de su voz emanan, placida calma, terrible en la batalla. Sonido de flautas y arpas es el bienestar de nuestra paz, me llevo los fetiche de aire, los escondo en donde los objetos de mi fijación Hipnos habrá de despertar, los ciclos de sol los latidos de tu corazón, riges mi estrella la cruz de mi arco, que guías en la caza, bruja de mi encanto, te busco en el cuento, te encuentro en el sueño, te pierdo en el cielo, me encuentro en el invierno temblando de frio, mis aguas congeladas necesitan de tu fuego para poder arrancar del hielo mi barca y mi remo, bajas mareas de miedos, altas ínsulas de besos, abrazo de hadas me llevas en tus alas, en mi sicodelia, giran los colores de la aurora, si por equivocación te veo-ve que te veo, mírame como solías hacerlo, que mientras caigo hecho de sal, las alturas hagan su efecto, desgarrado el cuerpo trasmutado el mal, curado en la sal y las heridas cicatrizadas no sean más que un mal recuerdo del siempre podamos bromear.