Después de tu voz susurrando en mis oídos necesito que el sonido se haga silencio. No necesito escuchar nada, ni a nadie. Es en ese momento justo que dejo de sentirte cuando no me importaría estar sorda, para que nadie perturbe mi momento al recordarte.
Necesito que el eco de tus palabras circulen por mi memoria como si fueran un ciclón persiguiendo su objetivo hasta arrasarlo todo. Solo tu voz….ninguna otra cosa.
Y es así como consigo que permanezcas inalterable en mi memoria...y es así como consigo no distanciarme de ti y formar parte de tu vida y tú de la mía en la distancia.
Recordando… solo recordando haciendo muy vivo y muy cercano cada milímetro de tu piel que he conocido, cada caricia que echo de menos como si hubiera sido la última, cada suspiro por el que tu alma se escapa, cada gemido de placer con el que nos obsequiamos, cada aliento de vida qué te robé sin que te dieras cuenta, sencillamente para poder sobrevivir sin tenerte.
Que había antes de ti!! Me lo pregunto tantas veces...Y siempre me respondo de la misma forma, antes de ti…nunca hubo nada.