La saudade se adueña de mí,
es sangre que corre por los
cauces de mis venas cuando tú
no estás conmigo..
Cómo hago para ignorar tu
recuerdo, qué caminos recorro
en los que no estés tú siempre
mirandome, como cazadora frustrada.
Yo, sumisa presa de tu amor y tus
encantos, noble alfil de tu reino
y pobre peón bajo tu órden y mandato
reina omnipotente de alta proeza.
Eres monarca de las monarcas
la hermosura de la belleza
la pasión del desenfreno
y la mejor en asuntos de inteligencia.
Buscas el amor bajo un brazo cansado
los besos en labios fríos y muertos por
los aires de rocío y la soledad, estás como
errada si pensás que allí lo podés encontrar.
Tus lisonjas lanzas como dardo
maligno a mi endeble corazón
inerme ante tu parco ataque,
es penetrado más de mil veces.
Sangre no puede tener,
venas ni imaginarlo
solo tiene dentro los recuerdos
de nuestros días juntos.
Ven y dame de ti, así como lo deseaste
más de una vez, hazme sentir quien
soy en esta vida de clima hostil...
¡penetra mi alma con tu aliento!
Dejame creer que soy tu dueño
o que te rentaste para mi una noche
la noche triste en la que solo vivía yo
y creaba mi cuento como Lewis Carroll
Y Alicia con su país de maravillas
Cuando estemos ya neutros por la muerte
pondré una alerta dentro del feretro,
para que ésta me despierte cada noche
y me haga verte en la estrella que una vez
te dije eras por su singular brillo y noble resplandor
luna de crema te acompaña y cometa de azúcar
te seguirá por todo el universo jugueteando a
alcanzarte y estar a tu altura.