V A C U I D A D
Camina ensimismado, con deambular cansino…
Atrás poco ha dejado, nada adelante espera…
Su vida es un marasmo, un erial su camino,
Ni amores, ni esperanza, ni flor, ni primavera.
No hay llanto ya en sus ojos, sus pies sobre el espino,
Cardo seco y ortiga, que sus plantas lacera…
Para él, no hay avecilla, que salude en su trino…
Nadie le ha despedido en su absurda quimera…
A su lado, el bullicio, pero nadie le mira,
En su rostro ceñudo, vulgar, indiferente…
Ni un adiós ni un suspiro…, nadie por él suspira,
Se arrastra, solitario, en medio de la gente,
Ahíto de amargura, apagada la pira,
Donde murió su alma de oscuro impenitente…
emiliosalamanca
25 junio 2010
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