Al unirse tus labios a los míos inhalo la tibieza de tu respiración que me revela hasta tus más íntimos deseos, esos tus labios húmedos y tiernos pero que a la vez emanan la fogosidad de tu corazón y las ansias de adueñarte de mi ser, labios que acarician el alma y también alborotan mis entrañas, tus labios que con suaves mordiscos me embelezan, me someten, me hacen presa de tu pasión desenfrenada, labios que calman mi sed de amor, que abren las puertas de mi alma y te revelan ese tierno y dulce amor que tu inspiras, donde me pierdo, lo olvido todo, donde solo existimos tu y yo, donde nuestra imaginación vuela y revela un hermoso estallar de estrellas, donde el olor de tu piel me estremece, me domina, me da vida.

Besos que el día menos esperado te llevaste contigo, tus labios que jamás volverán a tocar los míos, se apagaron las estrellas, se nubló mi alma y poco a poco se debilita, desfallece esperando el roce de esos labios que jamás volverán, el olor de tu piel que dejaste grabado en la mía, el recorrer de tus manos, el brillo de tus ojos chinitos que se cerraron para siempre.