Cara amiga.
“Si en la distancia yo pudiera tocar tu rostro , como hoy veo tu alma ,me imagino que sonreiríamos alegres como dos niños alcanzando las verdes aguas de un lago , de esos que andan perdidos en la cúspide de los cerros cordilleranos donde el azul del cielo baja a bañarse impúdico en la tibia caricia de sus aguas cristalinas .
Si pudiera alargar mis incógnitas hasta tocar tus aromas de perfil delicado , como hace la garza cuando se deja ir por los ligeros contornos de una nube , allí abrazaría tus llantos , allí recogería cada minúsculo guijarro de tu alma íntegra para con ellos amalgamar nuestras diferencias hechas de silvestres rumores y de excelsa urbanidad .
“Cuando tiro de la larga cuerda de los recuerdos te veo rozando , suave, tus amados quehaceres tras los soles de aquellas tardes , donde me comentabas que se estaba realizando en ti una transformación que aun no comprendías bien, pero que cada mañana cuando despertabas te venía a saludar envuelta en un contento, dulce como gotitas de miel “.
Elena salió a caminar como todas las mañanas lo hacía .
Llegó al bosque de castaños donde este hacía un recodo para esperar y atrapar a los rayos del sol . En este espacio que le cedió el bosque a la pradera, se sentó para leer la carta . Antes ,hurgó en su bolso para tratar de engañar a sus sentidos , sabiendo que lo único que llevaba era la carta que tocaba suavemente con sus dedos finos mientras sus recuerdos le acariciaban la piel del alma .
Antes de salir a dar su paseo habitual , fue a la pieza donde tiene sus cosas queridas , buscaba el libro aquel que leyó cuando era niña aún, pero se encontró con la carta que junto a otras dormía la siesta del olvido.
Se sentó en aquel recodo del bosque que era su preferido , donde el sol se desplaza alegre dándole calidez al entorno ( y como dije ) donde los castaños al hacer una curva para seguir la línea del arroyo forman una media luna mirando al Este .
Allí se sentó a leerla .Después de alcanzar sus primeras líneas dejó la carta sobre sus piernas y esperó a que su mente viajara al encuentro de aquellos tiempos , que no por antiguos dejaban de ser tiernos .
Elena cerró sus ojos y volvió a verlo caminar hacia ella enérgico y calmo . Ambos sintieron lo mismo , pero otra vez callaron .El se sentó a su lado ...... – Se emocionó -
Quiso continuar leyendo pero tuvo que esperar .
La vida de Elena había sido feliz si se la mira en el largo trazo de sus detalles cotidianos , pero ahondando en su ser donde se van asentando las huellas de los sentimientos , ahí ella siempre encontraba sombras largas y profundas que acortaban sus alegrías y que daban a su mirada un imperceptible gesto de dolor , que en algunas ocasiones rayaban en desprecio .
Pocos sabían mirar en el profundo claro de su mirada enérgica y distante , que para varios era arrogante . Sólo su amigo aquel, supo descubrir que en esa mirada indiferente y perturbadora se escondía un ser profundamente sensible .
Esa mirada que también era bella y traviesa cobijaba inadvertida su agazapada tristeza .
Tomó nuevamente la carta y siguió leyendo , mientras el sol levantaba el frío de la mañana dándole tibieza a los corazones silvestres que revoloteaban por esa mañana de primavera , por allá en los años del 60 .
“Quise decirlo en variadas circunstancias , pero me frenaba tu soltura, me inhibía tu personalidad resuelta y extrovertida y esa forma tuya de ir por los caminos del alma como si en ellos no existiera el remecedor contacto de una reciprocidad “.
“Cuando estábamos solos y conversábamos sobre esto de vivir y buscar en otros , en la sociedad y en nosotros mismos alguna respuesta sólida , clara y satisfactoria al por qué de la existencia de las sociedades tan complejas y absurdas en su forma de actuar ;cuando abríamos nuestras mentes para dejar pasar la luz de la comprensión y nos mirábamos alegres y atónitos en aquella mesa redonda donde los cuatro éramos uno con el universo estelar titilando sobre las noches del Sur “.
“Sí, te acuerdas de aquellos años de alegrías varias , de desayunos compartidos en la intimidad de nuestros silencios .Allí, amiga del alma se desgarraba mi corazón por no saber decirte que te amaba ”
“Ambos sabíamos lo que estaba sucediendo en nosotros , pero la vida fue armando su propia existencia sin considerar nuestros sentimientos los que llevaban en los arnés de sus propias cabalgaduras un mundo cierto y tan sustantivo como este raudal de emociones que aun ahora soy incapaz de retener en el verbo para decirte, traspasando las distancias, que no te he olvidado .”
El rincón de los castaños guardó en hermético silencio el amor que Elena tampoco pudo manifestar.
Ambos se miraron . La sombra de los castaños le daba frescor a sus cuerpos adolescentes. Luego ella guardó cuidadosamente la carta y se quedaron en silencio pensando en la vida de su abuelita Elena .
El sol se fue alejando del rincón de los castaños . ..
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