Aunque no puedas verme en el silencio contemplativo de mi amor,
iré tras de ti…
Iré en la fragancia mágica del otoño que trae la brisa cuando cae la tarde,
me pondré las alas cristalinas que pinté con el oro
que encontré en el remanso que me dio tú corazón cuando te conocí.
Volaré suave y fresca en el viento, con los jazmines blancos que
cortaré para tí.
Con los brazos abiertos para atrapar tú aroma de amor
y colgaré en tu cuello una estrella centinela que ilumine tu senda
cuando estés lejos
porque iré tras de ti,

Me esconderé entre la gente que camina con prisa a cualquier parte,
para buscar el sonido de tus pasos y guiarlos a mí.
Para sentir que estás cerca con tu latido incesante,
hermosa armonía que llena mis sentidos abiertos,
que entonan sus cantares tiernos e imperceptibles,
Soplaré como el viento en tus oídos mi nombre mil veces,
para que sepas que estoy contigo, en todos los rincones,

Buscaré las melodías de tu vos divina
para escribirla en los versos que no te daré.
Soplaré el silencio de mi amor en tus oídos sensitivos
y aunque no puedas verme, iré tras de tí…
Con las hojas de otoño me hare un vestido
que me oculte de tus ojos en tu jardín y
te haré una corona de flores de mil colores.
Aunque no puedas verme me vas a sentir

Le diré al viento que me ayude en un abrazo
para tomarte de espalda y aferrarme a tu silueta de rey conquistador.
No habrá bruja ni duende que puedan destruir los Vestigios de amor que tejí
cada noche cuando te sueño,
Los dejaré asentados en tus contornos para cuidarte,
mi príncipe de los ojos tristes y cansados.
Me quedaré a cuidar de tus ilusiones,
aunque no puedas verme por que yo iré tras de ti…