Estiro mis piernas, acabo de abrir los ojos y hay cien mil cosas en mi cabeza, saco una mano por la ventana y siento como el sol quema afuera, debe estar a tope buscándome por todas partes. Cojo una flor y la acerco hacia mí, me la desayuno, está un poco amarga, cojo otra y espero, espero un poco más y veo una gota de sudor corriendo por uno de sus pétalos, se que estas nerviosa, tranquila que no te va a doler.
Arranco un pétalo y siento un gemido... Sonrío y cojo otro pétalo entre mis dedos. Sigo con hambre y está dieta no me satisface. Me aburro y la descarto, mil hormigas se darán un festín. Un bostezo y vértebras acomodándose me dan los buenos días.
En la cocina sentado, un huevo de avestruz aterrorizado ante mi presencia, no puedo dejar de sonreír. Cojo un marcador y dibujo una cara feliz sobre él, hoy estoy de humor, hasta un gracioso bigote que no le queda nada mal. Miro por la ventana y disfruto del paisaje, detrás de la cerca la madre de la cara feliz con bigote me mira como queriendo decir algo pero no lo capto. Abro el grifo del agua y lleno hasta el tope una cacerola y la monto en el fuego, ojos bien cerrados, un suspiro, un festín proteico.
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