Hoy no necesité estar frente al espejo,
Las palabras chocaban con mi cristal bañando en niebla
Y un rosario imaginario en mi cuello apretaba.
Pasé de pronto a ser,
Una hormiga obrera que construye tanto
Para llevarse nada en grandes cantidades.
Y no es mucho lo que quiero
Mas que aire y vida
Y difícilmente me encuentro sonriendo
Si no es porque a mi pliegue de labios
Se le escapa un sonido.
No odio las estrellas, porque a veces también las miré
Ni odio los sonidos de tu voz, porque a veces era lo único que necesitaba
Hoy me robas lamentos
Y me regalas indiferencia
Como el ladrón que esconde la bolsa
Donde lleva sus miedos y sus remordimientos
¿Es una mentira donde me han enterrado?
Puedo merecer puñados de tierra en mi frente
Donde dos dedos no alcanzaron
Para llegar a la perfección que buscan los que amaba
Solía decir que un día
Me despertaría de un sueño tan grande
Que mis ojos verían al revés y la luz se llenaría de cruces blancas
Pues es ahora cuando mi pecho sube y baja
Y Me borro mientras me miro en el hielo
Hace tiempo.. no era nada
Hoy dejo de ser algo, si me arrastro comiendo recuerdos
Y preguntándole a tus odios y olvidos
Si allí es donde mejor puedo dejarte
Y si guardas esa tierra que humedeciste con lagrimas de rabia
Para lanzarlas cuando venga a pedir un poco de aire...