NO SEAS UN ZOMBI
Tú has visto las películas de zombies. Tú sabes lo que sucede. Los zombies atacan a los humanos, y cuando los muerden o comen de su carne, los pobres humanos también se convierten en zombies. Poco a poco, los zombies van añadiendo adeptos involuntarios a sus filas.
Los zombies son criaturas que no viven, meramente existen. No tienen voluntad propia, sino que se rigen por el instinto y operan como autómatas. No tienen otra meta que la reproducción. Son una masa aterradora con propósito uniforme.
Muchas instituciones disfuncionales de nuestra sociedad se parecen a los grupos de zombies que vemos en las películas. Trabajan eficientemente, siguiendo un patrón estándar, el que nadie se atreve cuestionar. En esas organizaciones existe la ley de la conformidad motivada por el dogmatismo rampante. Todo el que se haga parte de tal organización, tendrá que actuar exactamente como el resto de la masa.
Funcionar así es ceder la voluntad propia. Ese tipo de existencia es como morir intelectualmente. Los zombies obran en piloto automático, sin variar su rumbo. Han tenido que engavetar sus sueños a cambio de la supuesta seguridad que ofrece la conformidad a un sistema de pensamiento quebrado.
Pero usted, amigo, no es un zombi. Usted puede ser el héroe de la película, el que lucha para rescatar a los inocentes, el que lo arriesga todo para vencer el asecho de la conformidad arcaica. Usted puede ser la última esperanza para lograr un mundo mejor, basta con atreverse a razonar.
Sólo el que piensa de manera diferente a las masas puede encontrar soluciones a los problemas creados por la uniformidad disfuncional. Nuestro mundo actual necesita líderes esforzados y valientes que se atrevan dirigirlo hacia un futuro mejor. Pero esos puestos de liderato no los están regalando. Tienes que tomarlos a través de la inteligencia y la creatividad.
Podemos aprender mucho de los líderes exitosos del pasado. Ellos nunca fueron conformes. Los peregrinos anhelaban una nueva nación con libertad religiosa (aunque no le concedieron la misma oportunidad a otros grupos). Édison quería iluminar ciudades enteras. Gandhi quería ganar una guerra sin disparar un fusil. Ninguna de esas cosas se había logrado anteriormente. Lo cierto es que sin hombres inconformes, no se hubiese logrado ninguna de ellas.
Mira a tu alrededor. ¿Cuál es tu mundo sin libertad? ¿Cuál es tu ciudad en tinieblas? ¿Cuál es tu guerra pacífica? Allí está tu nicho. Ese es el rótulo ante ti que dice: “Se solicita un líder”. Prepárate, acude al llamado. No esperes más que mañana puede ser tarde porque los zombies siguen ganando terreno.
Sé que a veces dudas de tu capacidad para lograr tus sueños, pero te aseguro una cosa: Si tu propósito no es egoísta sino el de contribuir al mejoramiento de la sociedad, tu victoria está asegurada.
Sé que a veces dudas si tú eres la persona adecuada para la tarea. Seguramente piensas que hay otros con más experiencia o con mayor preparación. No le prestes atención a esos pensamientos. La disposición es más importante que la preparación.
Sé que a veces dudas si éste es el momento adecuado para comenzar tu encomienda. Puedes estar seguro de que lo es. En las películas de zombies el protagonista siempre es un héroe renuente, como tú. Él héroe siempre tiene conflictos e inseguridades... como tú. Pero cuando es expuesto a una situación extraordinaria, responde extraordinariamente. Y siempre obtiene la victoria porque acepta el reto, trabaja con motivaciones nobles por el bien de otros, y nunca se da por vencido.
Si la persona descrita en el párrafo anterior se parece a ti... eres un héroe.
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