Maderas gastadas pintadas a blancas rasgadas volaban sin alas, creyente oyente malviviente no se ofende el ver. Pero advierte que eso va a caer sobre él. Como menester, sangre roja adornará su rostro, el poco sepulcro, ojos que no ven y se mantiene sin fe. Creyendo aluciado sin palpitar qué son las aves de una mañana cantoral. Cae y muere, fallece, deja de existir. ¡Que más da! Da igual, da lo mismo qué sea él o el de allá. Nadie extraña, todos aman de mentirita, lagrimas artificial, el amor se agota, como botella en manada. Pinturitas chocadoras que pintan en rostros mentirosos, nadie ama, que va hacer del mundo sin amor, ya no bailara el mono, ya no cantaran los pájaros, luego sale la vocecita de hombre marica < solo el amor salvara el mundo> cantemos, mejor que al alba, al mundo, hiriente, cae, sufre, como azufre en espalda adolorida que se agote su cura, y de una vez que se corrompa. Gracias y amen. |