“A MODEST PROPOSAL” (UNA PROPUESTA MODESTA)
Simplemente es insoportable, tener que aguantar la presencia de tan despreciables seres, con el simple hecho de oír sus voces mi estado de ánimo se altera completamente, el ritmo de mi corazón se acelera y con el pasar de los segundos siento como si mi frente fuera a estallar, lo peor, y lo más frustrante de todo, es que por ahora no puedo hacer nada para evitarlo, sino simplemente tener que convivir con semejantes especímenes. Esta sensación de impotencia me hace sentir cada vez peor, como si yo no valiera nada, como si la vida fuera una espiral descendiente y no lo contrario, es como si todo lo que coseche con tanto esfuerzo y sacrificio a lo largo de mi miserable existencia fuera en vano, de nada sirve “ser optimista” o “tener paciencia” porque esas dos “cualidades” nunca las he tenido y nunca las tendré. Es una mierda vivir así en estas condiciones tan desagradables donde cada día es una fiel copia del anterior, sentir que el tiempo se me escapa de las manos y ver como los demás evolucionan mientras que yo continúo estancado en esta situación tan patética; es algo que realmente odio y aborrezco.
Pero el problema no es solo mío, eso creo, también la “sociedad” en la que vivo (o mejor dicho sobrevivo) tiene su parte en esta condición de miseria que me invade en la mañana de hoy y casi todos los días. Esta es una sociedad enferma, putrefacta, plagada de todos los males habidos y por haber, pareciera que el paso del tiempo en vez de mejorar las cosas las hiciera peores, ¡maldita sea! Tengo tanto odio que expresar que ni siquiera puedo plasmarlo en palabras, ¿eh? No es tarea fácil esto de escribir, de “exorcizarme por medio de las palabras”, ¡coño! Tal vez con acciones pueda hacerlo, ¡sí! con acciones represivas, desesperadas e irracionales pueda ponerle orden al caos que es mi vida y al entorno que me rodea. Salir por las calles a limpiarlas de la basura humana que carcome y destruye las pocas cosas buenas que quedan esta ciudad, ¡sí! salir armado y disparar a mansalva a cuanto accidente genético se interponga en mi camino, salir armado para ,de una vez por todas, erradicar la pobreza , la indigencia , la niñez y vejez desamparadas. Porque estoy cansado de sentirme prisionero en mi propia ciudad, en mi espacio vital, espacio que ha sido invadido por estos seres sin conciencia, sin maneras, sin sentido de pertenencia, sin respeto por los demás, sin educación, sin alma; son cucarachas que se alimentan de los desechos y limosnas de los demás, son víboras venenosas que atacan a los ciudadanos pulcros y de bien, son ratas de alcantarilla que aprovechan la oscuridad de la noche para hacer de las suyas. ¡NO! , ¡NO más¡ ¿qué nos ha pasado? Nos estamos dejando ganar la batalla de estos pseudohumanos y si no tomamos acciones correctivas las cosas pueden ser peores, si este es el presente, imagínense: ¿cómo será el futuro?
Es por eso que debemos limpiar no solo nuestra ciudad sino el país de todas estas alimañas sin origen y sin destino, alimañas de toda clase: desde el más mugroso, harapiento y mal oliente indigente hasta el más “honorable doctor” padre dizque de la patria, ¿cuál patria? ¿cuáles padres?
Si esto no es más que un proyecto fallido de nación, un gran fracaso llamado Colombia, ¡maldita sea la hora en que nací en este averno!, no sé de qué nos sentimos orgullosos; de tener quinientas mil especies de zancudos y otras tantas de culebras, y me pregunto: ¿y eso para qué? , orgullosos de mostrar un campesino ignorante con un burro como símbolo nacional: ¡qué vergüenza!, orgullosos de victorias insignificantes, de los logros paupérrimos que la historia nunca albergara en sus anales.
Sí “amigos míos”, este es el “país” en el que vivimos, la “nación” con mayor tradición democrática de América Latina, y eso ¿de qué nos ha servido?
Si por democracia entendemos esta sinvergüencería en la que vivimos abogo por una completa aniquilación de los partidos políticos y la instauración de un régimen totalitario de mano férrea que no tolere en lo absoluto todas imperfecciones que ha tenido este “país” desde el mismo momento de su creación, para que de una vez por todas las acciones correctivas que se tomen no tengan ningún tipo de oposición o trabas en las altas instancias de nuestras “instituciones democráticas”. ¿Se puede?, ¡claro que sí! , podemos limpiar , purgar y deshacernos de una vez por todas de todos estos indeseables que coexisten entre nosotros, si hace sesenta y cinco años se pudo con seis millones ¿por qué no en este dos mil diez no se puede hacer lo mismo con algunos cuantos? y si fuere necesario ¿con cuarenta y tantos millones?
Muchas gracias.
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