Escúchame.
Ponte de pie y escúchame.
Saca el rubor de tu cara y mírame.
Mírame y escúchame.
No tapes más tu bello rostro de niña con tus manos.
Por favor no me dejes sin esa belleza.
Mírate y mírame.
¿Acaso no somos el uno para el otro?
Claro que sí. No hay a quién o a qué temer.
Estamos tú y yo, escúchame, solos…tú y yo en esta habitación.
Listos para entregarnos amor.
Texto agregado el 30-06-2004, y leído por 176
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Lectores Opinan
15-08-2004
Muy lindo y tierno. Impregnas aquí el deseo de amar y ser amado, me gusta la manera en cómo desarrollas la historia... Mis saludos, sigo leyéndote... ShiMApi