El clima no ayuda
más que a cubrir de nubes el exilio de la monotonía
al viajar lejos
mediante la imaginación.

***
Necesito ya mi dosis de poesía.

***

Me entristece la muerte de Saramago, pero no puedo escribir nada sobre ello. La ceguera me impide ver el teclado.

***

La distracción es una ardilla que brinca de árbol en árbol.

***

El prejuicio es como la tela negra que cubre este ventanal en la oficina: no permite ver de verdad lo que hay enfrente.

***



Las máscaras no protegen a nadie;
se disuelven como silicón
pegándose al rostro
de quien las lleva.

***

La risa fársica es el mejor carburante para mi intolerancia.

***

Si quisiera sentirme segura no le llamaría a la policía, sino a miles de gatos esponjados.

***

Bah. El oficio no se me ha dado. Tengo que trabajar por él.

***
Muéranse los tiranos, los políticos, los proxenetas; los pederastas, violadores, las iglesias.

Muéranse los asesinos, los narcos, muerase la crueldad del humano; puede morirse todo USA, toda Inglaterra, toda China.

Que se mueran los parias del alma
pero nunca, nunca los poetas.
***

Triste es que se te muera un amigo cercano, íntimo, contemporáneo, ya que el siguiente podrías ser tú.

***

Yo veo en los ojos de mis gatos
la verdad que pocas veces he visto en los humanos.