CHACAL

- ¡¡¡Qué casualidad increíble encontrarte por aquí Julio querido¡¡¡.
Lo toma por detrás y le apreta cariñosamente las mejillas. Le besa una de ellas y continúa por unos segundos con los gestos efusivos. ¡Pero que suerte Julito querido¡, justo ahora que necesito descargar con un amigo un asunto que me lleva descalabrado te encuentro a vos. Ah… ¡Julito viejo¡ Estás igualito. Para vos no pasan los años.
(Sorprendido) - Pero ¿cómo estás “Polaco”? ¡¡Qué sorpresa¡¡ Años que no te veía.¡Qué te pasó¡ Desapareciste de todas las “picadas”. Cuando a tu viejo le pasó lo que le pasó vos, tu mamá y tu hermana se mudaron del barrio y no te vimos más y van a ser casi seis años ¿no? Alguien me dijo que te habías “piantado“para los Estados Unidos.
- ¿Me crees loco?; no sé quien inventa esas cosas. Anduve trabajando afuera es cierto, pero “changando” en Buenos Aires. Mi hermana Yolanda se fue con su compañero y nunca más supimos de ella. Me volví por la “vieja”, pero resulta que ahora se quiere casar otra vez. Me dice a cada rato que no puede vivir más tiempo sola y que yo ya no soy compañía para ella. Al principio todo estaba bien pero con el tiempo le “dio” con que soy un fantasma y que le robo la plata y que patatín y que patatán.
Sacó un atado de cigarrillos del bolsillo del pantalón, extrajo uno, lo golpeó en el dorso de la mano para emparejarlo y lo encendio protegiendo el fósforo con la mano firme. Echó el humo con furia.
- Te imaginas a mi madre casada con un individuo que “la labura” en el puerto y “chupa” como una esponja. No me va a quedar ni un peso cuando ella se muera. Este “animal” se lo va a gastar en vicios. Estoy desesperado.
Con cierta tardanza le ofreció la cajilla al amigo para que se sirviese.
- Disculpa la descortesía pero ese asunto me tiene atorado. Lo tengo “acá” al fulano ese.
- No, no fumo. Gracias.
- Lo bien que haces. Yo no lo puedo dejar.
Emprendieron la marcha.
Sacudió la cabeza mirando con gesto de desconfianza hacia ambos lados. El viento no amainaba. Se levantó las solapas y metió ambas manos en la chaqueta dejando que el cigarrillo se consumiese entre los labios. El humo se diluía prontamente como el rastro de vapor de las calderas de una vieja locomotora.
- “Polaco”… no camines tan rápido que no puedo seguirte. Ayer volvieron los milicos a meterse en casa buscando a mi hermano y me “embocaron” un culatazo en una nalga. No sabes lo que duele. Fíjate tú si mi hermano va a ser tan despistado como para asomar sus narices por mi casa, es de locos; pero los “mierdas” esos vienen igual a cualquier hora y siempre se llevan algo. Ayer le tocó a mi reloj. Los viejos están aterrados, más que nada por mi hermana Nelly que está muy… linda y en cualquier momento…
- ¿A quien de tus hermanos están buscando?
- A Omar ¿lo recuerdas?
- Pero cómo podría olvidar a “Cacho”; jugamos al fútbol juntos. Es el mayor ¿no?
- Sí el mayor…
- Volviendo a lo de tu hermana tienen que tener cuidado. En cualquier momento se la llevan y la usan de rehén para pescar a “Cacho” y de paso se la “frega” todo el batallón. Más les valdría a ustedes sacarla de donde vive y mandarla a un lugar seguro. Digo yo…
- Si, si…lo pensamos pero también es como regalarla. Tenemos pocos lugares y ninguno ofrece las garantías necesarias. Estamos a la buena de Dios.
- Es un lío sin duda.
…- ¿Te das cuenta? Y todo por aquel irresponsable que sin medir las consecuencias se metió en ese asunto de la guerrilla urbana. Para peor ahora tiene la manija el ejército y esos nenes no se la van con chiquitas. Es bravo vivir en dicta… ¿Cómo fue que perdiste a tu padre? Es una historia parecida a la de Omar ¿no es cierto? Eso al menos fue lo que trascendió por la tele. Sedicioso... desaparecido y todos esos quilombos.
- Él se la buscó y nos dejó patas para arriba.¡Qué asunto con estos tiempos de mala onda¡ Uno a la corta o a la larga tiene que sacarse el veneno y refugiarse en amigos como vos. Y pensar que nos quejábamos de los políticos y las trapisondas y la mar en coche. Mirá lo que ganamos con el cambio. Me imagino a tu hermano corriendo de aquí para allá, escondiéndose y comiendo a “salto de mata”. Eso no se lo merece ningún cristiano. Lo peor es que vos y yo, tu hermana y una multitud de gente honrada, “sin comerla y sin beberla” se halla indefensa en medio del tiroteo. Por eso a mi no me vengas con eso de la solidaridad de clase y el sindicato y no sé qué otras historias. Con ideas no se come ¿no te parece?, y arriba te muelen a palos…o te matan. Arriba el problema con mi vieja que quiere gozar con un tipo encima. Para peor, alcohólico.
- Tienes toda la razón del mundo “Polaco”. Es de no creer las cosas que les meten en la cabeza a esos tipos. Mi hermano fue criado como Dios manda pero no hay caso, en el fondo es un estúpido. Se empecinan en cargar una cruz pesadísima por nada. La gente a la larga les tiene miedo y los abandona como a Cristo. Mira, te voy a citar un ejemplo: Sin ir más lejos y no vayas a divulgarlo, hay un vecino de cuadra que anda en esas cosas. Pasó a la clandestinidad y la información que tengo es “posta”. Si lo ves parece un ángel bajado del cielo; tiene un buen pasar, una mujer a “punto de caramelo” y al igual que estos otros, se rifó todo por lo que ellos llaman “su ideal”. Todavía no salió en los diarios pero en cualquier momento lo “escrachan” o lo “boletean”…vaya uno a saber. Por eso te digo, no me explico en qué piensan cuando agarran el “fierro”
- Y… son fantasías que se hacen… vaya uno a saber. En todos los casos tienen que purgar un precio altísimo. Le quieren sacar a los ricos para repartir entre los pobres que se la gastan en vino. Una locura.
- Y ten en cuanta que este vecino es profesor y algo debe tener en la mollera. Pero…
- Debe ser comunista. Son todos obcecados y trabajan para Stalin; no tienen patria.
- Y bueno: Si tú lo dices.
- Y dime… ese vecino tuyo ¿quién es y dónde vive?
- Bueno, discúlpame Polaco, eso no puedo confiártelo. ¿Quieres tomar un café?
El otro le echa una mirada de pez y por más respuesta le hace una breve seña a un auto azul oscuro sin chapas identificatorias, que se acerca y estaciona junto al cordón de la vereda con dos hombres dentro. Uno de ellos lleva cruzado en el cinto un revólver de grueso calibre.
- Lo siento Julito, pero nos tienes que acompañar…



LUIS ALBERTO GONTADE ORSINI
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