Estoy aquí, a tan solo un segundo de distancia

y a cientos de metros de tu amor.

Estas tan lejos y a la vez te siento tan cerca

y en mis noches percibo tu aroma

esparciéndose en mi mente hasta el amanecer,

y tus besos retorciéndose en mi lengua y en tu boca.

Te amo como un sueño, como algo que no existe

y sin embargo toca y tiembla mi alma

cada vez que te pienso cada vez que te miro,

y se pierden mis suspiros entre dos tiempos:

navegan a la deriva,

entre sabores e imágenes

entre tu perfume y mi piel

entre un “tú” y un “yo”.

Me encantas con tu presencia y sin ella;

me revives desde tu sonrisa

desde un recuerdo que aún persiste,

y repito en mi boca y en mi conciencia:

una rosa siempre será una rosa

de pétalos suaves y hermosos colores,

y con el olor eterno que inspira una acaricia

y tu siempre serás el amor envuelto

entre flores y rosas,

el ideal perfecto de este corazón

que muere por ti, por una palabra tuya,

por una acaricia que quiebre mis espacios

y que detenga de un solo tajo

este triste tiempo que se nos va.

Estas tan lejos y aún sigues aquí

intentando salir de mi alma

de mis poemas y de mis recuerdos.








De Ciber