Máximo ISLERO

Tú sabes el poder de la palabra
Como conoces también el del amor.
Sabes de su fuerza de construcción
Y destrucción.

La palabra y el Amor son un catalizador
con resultados sorprendentes,
y tú lo sabes.

Eres un filósofo que transpira humanidad.
Sabes entrar en el alma
como entra la luz en el cristal
sin romperla, ni mancharla tampoco.
Llegas al corazón de todos
siguiendo el compás de su latido.

Alquimista de palabras
sabes usar tu botica de letras,
como emplastes medicinales,
para curar la tristeza y la melancolía.
Desde tu sufrimiento
has aprendido a ser profesor de sonrisas,
siguiendo las enseñanzas de los clásicos:
Sonrisa en el dolor,
Mesura en el placer.

Conoces el vuelo de los sueños
y los colores que los envuelven,
echando el cable a tierra,
para que viajen por el espacio sin estrellarse.
Enseñas a soñar con los píes en el suelo
Porque sabes que sus vibraciones telúricas
Son el mejor motor del sueño.
No estás dormido Máximo, meditas y reposas
hermanando intelecto, sencillez y pensamiento.

Así, nos vas enseñando a todos
que la filosofía es la geometría del pensamiento,
acercándonos a sus complejas formas y figuras.

Eres un compañero en el camino
¡Un hermano en el pensamiento!