Aprendí de la vida.
Aprendí a Amarte teniéndote cerca,
Y adórate teniéndote lejos,
Lejos de mis ojos, que se mueren por verte.
Aprendí que la felicidad es posible, cuando hay entrega
Cuando dejamos los problemas a un lado,
Cuando bajo de la nueve, y me entrego en tus brazos,
Ser la doncella soñada en tus noches de tormentas,
Ser tu haz de luz en la oscuridad de tu alma,
Sentirme bella en la blancura de las sábanas,
Que envuelven el cuerpo, y encienden la llama…
Aprendí que para amar, no tiene que ser perfecto,
Que el amor de mi vida, tiene grandes defectos,
Y lo amo… así como es…
Con sus labios color rosa,
Y sus ojos de miel..
|