YO
Que cuando te vi supe que no tenía que conocer a nadie más, que en ese momento mi corazón se había quedado atrapado en lo inmenso de tus ojos claros, y de ahí no quería salir jamás, atrapaste mi atención y te hiciste dueña de mis pensamientos con esa sonrisa que cautiva a la más fiera bestia. Por tu culpa conocí la tristeza y la soledad, maldije tu nombre con tal rencor que ahora me siento mal, pero… gracias a ti puedo hablar del amor, decir que viví la vida más que todos los enamorados de este mundo, conocí el mismo cielo y probé del infierno en esos tus labios rojos.
Es por eso que te odio tanto es tan grande el dolor y tan largo el sufrimiento cuando amas tanto a algo que ya está perdido..
TU
Que llegaste en el momento preciso a mi vida, entraste a mi corazón cuando más lo necesitaba, tumbaste las puertas y no pediste permiso para adueñarte de todo mi ser, curaste mis heridas y me acostumbraste a ser otra persona cuando estaba contigo, rebasaste los límites del amor y te aferraste con tal fuerza a mi alma que la dejaste marcada para siempre, robaste todo lo que quisiste con tus palabras que fueron la más poderosa arma para entregarte mi vida, mis sueños y anhelos en bandeja de plata. Esa misma arma fue la misma que de un disparo a quemarropa quebró todo mi ser, avergonzaste y tornaste miserable mi vida, te largaste con todos mis sueños y esperanzas riéndote de ellas, y seguiste tu camino sin volver a encontrar el amor que dejaste perdido.
NOSOTROS
Ahora vagamos en el mundo cada quien en un universo distinto, yo sanado de mis heridas, preguntándome cuándo y cómo fue que te marchaste tan rápido, mirando de frente al destino. Tu eres mejor, mejor, en lo que mejor sabes hacer… en noches lluviosas como esta miramos la misma luna, recordando buenos y malos momentos, pensando en el pasado, pensando en el “hubiera”
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