Triste es la soledad que espera
la soledad que se pasea por mis costillas rotas
y mi alma.
Espera y habla sola por los rincones de mis cuencas casi vacías
llora y ríe demente mientras me acaricia en las noches.
Trae consigo evocaciones fantásticas y maravillosas de épocas borrosas
trae también lágrimas y llagas que creía olvidadas y extraviadas
Arrastra el lastre del pasado y la fría incertidumbre de un futuro vacío.
Pobre soledad que me busca, pobre...
Por que aún no descubre que ya me he marchado.
Texto agregado el 14-06-2010, y leído por 186
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