Antes de asentar éstas palabras voy a destacar que cada uno de los cuentos, narraciones, composiciones son hechos reales. Probablemente no son mencionadas las figuras de los personajes que si existen. Agradezco por el amor de ustedes. Los amo profundamente.
Hanny Mandy Levintton comenta lo sucedido. Al abrirse la puerta bruscamente, a través de ella, relámpagos de tormentas, vientos huracanados. Sin darse cuenta, escucha el título de este comentario:
Niño consentido, el iluminado.
En el tiempo del tiempo se encontraba una figura difusa contorneada en busca del silencio. Estallido de colores a un ritmo de arpegios y arpas resonaban que temblaban en el eco que a su vez era escuchado por todos. De pronto esa imágen fue tomando visión, en medio de otras imágenes detenidas en el lugar y tiempo. No era moda ni estilo, ni formas. Su palabra dijo:
-¡Me extraña que no me reconozcas!
Porque el ritmo invoca Tú.
(Que estás aquí, allá, ahí, acá).
Los relámpagos de brillo esparcen alivio a todo su entorno, beneficio, porque el uso horarico no tiene validez (el espacio, lugar, tiempo).
Hanny dijo en su pensamiento:¿Qué es esa imágen?¿Qué mensaje trae?¿Para qué -?¿Para quién? ¿Por qué? ¿Cuál es su fin? ¿A dónde se dirige? ¿Sólo invoca TÚ? ¡Manifiesta lo creíble que traspasa todo límite y límites! Es tu sonido, es tu verdad. El saber que existes, la sorpresa de curarse y no decir basta. ¿Por qué la sorpresa? Es lo admisible ante los sentidos. Es incorporar porqué somos elegidos, cuando más de una vez nos han dicho debes volver, no es tu hora. Desaparecen las cadenas.
-Porque pasamos la prueba.-replicó la voz y concluyó- TODO PODEMOS HACER. |