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ENTRE SABANAS Y CENIZAS TE ESPERO
Ramiro Bello

Sabia que dentro de dos horas el sol saldría detrás de su espalda, el viento matinal estropearía su cabellera, justo cuando estaba por tomarle de las manos, escapaba de su boca aliento a vinagre y ajo de sus demonios cornúpetas exiliados - expulsados, no pude expresar al hilo mis pensamientos ni pronunciarlos con las silabas bien planteadas, se me exprimió en la garganta un limón con locoto, y las lagrimas chorrearon dentro los ojos, sin mortaja ni escapulario mi cuerpo hedía a carne de carroña – a muerte. Como decirle antes de las campanadas que yo había muerto, que no conocía el libro de los muertos, ni de alquimia para resucitar, que no sabia de encarnaciones ni de budismo, que de verdad estaba muerto, que no sabia de catarsis ni de expiaciones, que iba directo al infierno.

Vine a despedirme, pese a que estaré siempre contigo, no me veras, ni quizás puedas sentirme o presentirme; vine a contarte que el infierno no es la agonía descrita en leyendas que nos desprestigia, por eso no te preocupes. De ves en cuando me dejan pasear entre los mortales, con solo la recomendación de que trate de asustar algunos parroquianos, les parece lo mas divertido, no es mala leche, son solo anécdotas que se relatan en festines bacanales que organizamos los viernes, acá también se cumple sagradamente (uff¡¡ se me fue) los rituales mundanos. No usamos ni manteles blancos, no cargamos nuestras cabezas bajo el brazo, ni caminamos con cadenas; mi apariencia es la misma que tenia en vida y si algún clarividente me ve pasear entre ustedes o me ve sentado a la diestra de tu cama cuando duermes fácilmente me confundiría con un simple mortal, eso si – soy etéreo, no te olvides que deje mi cuerpo envuelto en mortajas de madera, o quizás ya me hayan cremado como yo deseaba, de verdad no se, no tuve aun la oportunidad de ir a visitarme, no quiero encontrarme con la imagen de ver saliendo gusanos por las cuencas de mis ojos, quizás sea traumatizante para mi futura existencia que no se cuantos siglos durara, de esas pequeñeces institucionales o del cronograma evolutiva del alma descarriada no me enteré aun muy bien. Tampoco puedo generar palabras audibles para ustedes, tan solo soplidos roncos y apestosos podemos emitir. Pero el caso es que acá se ve mucha televisión y con preferencia las películas policiales, de ahí que los arrestados o en este caso purgados tenemos derecho a una única llamada antes de entrar al …, no quiero decir infierno ni averno, ni otro epíteto, me parecen palabras cargadas de cierta discriminación doctrinal para los impuros, impíos, desgraciados y desventurados, pero el hecho es que por esa bendita (uff¡¡ se me fue otra ves) llamada o mensaje del condenado vengo a despedirme, a infiltrarme al estado alfa de tus sueños para decirte que siempre estaré contigo, que no me temas, que no reces cuando me sientas, que no busques el exorcismo cuando reconozcas mi presencia y mi aliento cerca de tuyo. Lo tenia que haber hecho el día de mi deceso, el día cero, pero no puede y quede devastado, no quise comer por varios días, no quise participar de los bacanales por algunas semanas, hasta que mi jefe viéndome tan deprimido hizo una excepción, solo una ves antes lo había hecho, te imaginas que fortuna la mía, y me permitió hacerlo ahora, algunos meses después.

No se sinceramente porque llegue al infierno (no me queda mas que usar la palabra que se usa con naturalidad), no creo que hayan sido la totalidad de mis actos, obras u omisiones, el de pensar que la maldad no es la paradoja de serpientes, ni que el bien es el sentir de los virtuosos, el espectar una corrida de toros, el de no haber llorado el 11 de septiembre por lo de las torres, o el de haber trabajado de arbitro, o el de ser comunista, o el de blasfemar contra santos dictadores, el de escupir con alegría en primavera, el de amar la carne, el de gozar de una noche obscena, el de no borrar la pornografía que me llegaba al correo, el de mentir a los santos juzgadores, el de desear a vírgenes sin pedestal, el de robar una lagrima al pobre, un suspiro a la fea de la fiesta, no se donde mas habré pecado para compartir la eternidad con singulares y no tan monstruosos nuevos compatriotas, quizás el ultimo acto que hice en vida me marco, determinadamente forjo a plomo mi eternidad, no ve? vos lo sabes bien.

Solo me llegan algunos chimes de cómo es la existencia en el Cielo o Paraíso, quizás me preguntes si me hubiera gustado estar ahí, no lo se, de lo que cuentan deduzco que no es lo mas cómodo ni llevadero estar ahí, lógicamente considerando que nunca fui un santo sacristán, pero dicen que el lugar esta plagado siete veces con las almas de personas que son mas hipócritas que toda la Curia junta. Imagínate ahí te encuentras a seres abominables, que si nos guiamos por el Apocalipsis deberían estar acá, pero no, están ahí, porque supieron a tiempo comprar indulgencias, poner velas blancas, rezar el rosario toda la cuaresma, confesar y expiar sus mas indignos crímenes a un cura todopoderoso y salir límpidos y de pie de la iglesia, porque solo acuñaron a su mujeres para procrear. Ah, parece que solo vale el puntaje que tengas en cuanto a los mandamientos de Moisés, de las triavilidades de Santo Tomas y sus siete pecados capitales anacrónicos ni que hablar, son solo recomendaciones, no validos para el ranking globalizado. Y yo que tanto me cuide de aquellos, en especial de la envidia y la gula, pero no tanto así de la lujuria ni la pereza.

Dicen que cada sueño solo dura unos cuantos segundos, pero tengo tanto para contarte que intentare armar una saga de episodios, es que tengo la necesidad de hablar, y no es que no tenga con quien conversar ahí abajo, pero todavía no son de mucha confianza.

Analizaba nuestra vida juntos, y desde que nos conocimos empezamos a incurrir en los dijese pecados ya sean mortales o capitales: estabas casada y yo también, ahí va uno por partida doble - “no desearas a la mujer de tu prójimo”, y no solo te desee sino te ame entre sabanas de motel y en plazuelas sin sereno ni luz, y en adúlteros nos convertimos, y no solo pecado mortal cometimos, sino también delito civil – cruel figura legal; pero nuestros encuentros pasionales daban señales de las mas despreciables muestras de lujuria, y como lo disfrutamos tanto también anotemos doble; “no levantaras el nombre de Dios en vano” con ese, pecamos los dos cuando me decías “juro por Dios que nunca dejare de amarte” y te respondía con la misma blasfemia, va otro punto por partida doble; la mentira se convirtió en nuestra triste aliada, detrás de cada mentira un encuentro, y detrás de cada encuentro mas caricias y mas lujuria, tendríamos por lo menos que anotar un doble al cuadrado. Así vivimos ensañándonos contra la virtud, durante años cometimos con gusto cada uno de nuestros pecados, los sentíamos a mano abierta a piernas abiertas, lo degustábamos en cada palabra, en cada beso y en cada caricia, hasta que dejaste de amarme, cruel pecado el tuyo, cruel reacción la mía, el de preferir verte muerta antes que dejar de sentir tu amor, mira que ahora la estoy pagando, pero lo que me estimula es que a excepción de aquel lamentable suceso en el que intente ahorcarte en la esquina de tu casa, y tus gritos despertaron a tu marido quien salio con el arma cargada y me atino acertadamente un plomazo en medio del pecho, pecho ahora incorpóreo que aun no deja de amarte; pecaste tanto como yo, a la paridad mía, con el mismo cinismo y gusto, y es más, pecaste una ves mas: hiciste creer a tu marido que acababa de dispararle a un triste ladrón de carteras abrigado en la oscuridad, y no le dijiste que acababa de atravesar el pecho de tu amante, pecaste con la misma ligereza con la que amaste este pecho perforado, pecaste con la misma soliviantad de un monje. Y he decirte que el cielo no será tuyo, te diré que mas temprano que tarde (dieciséis meses, catorce días, tres horas y doce segundos) compartiremos fuegos y que volveré a sentir tu etérea piel de durazno todos los viernes.

Te espero amada mía.

Ahora abre los ojos – solo fue una pesadilla.

Texto agregado el 13-06-2010, y leído por 103 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
16-06-2010 El personaje del cuento aparece reuniendo en sí mismo el cinismo, la procacidad, y la mala leche, y otras "hierbas". Buena síntesis bien descrita en una sola persona. No conozco a alguien tan completo", es ese sentido, como el protagonista, pero he conocido peores en otros aspectos. Gracias! simasima
 
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